El proyecto impulsado por algunos concejales para modificar la ordenanza de nocturnidad continúa generando repercusiones. Desde diferentes sectores se pronuncian con respecto a la polémica iniciativa que autoriza a los dueños de bares a convertir sus locales en discotecas bailables durante la madrugada. La luz de alarma se encendió en vecinos de diferentes barrios que se preocupan por las consecuencias que podrían tener en caso de prosperar la propuesta.
Gustavo Feldman, uno de los que más entiende en materia de nocturnidad, habló en El Diario de Mañana por Radio Mitre Rosario y rechazó la idea de modificar la ordenanza: «A nadie se le ocurre que un lugar concebido, diseñado, construido y estructurado para servir comida, un trago o escuchar música, en determinado momento corran los bancos, las sillas y las mesas, y la gente se ponga a bailar».
«Los concejales no están mensurando las verdaderas pautas de la realidad, no se me aparece como algo culturalmente impuesto que ahora ocurra eso», agregó el letrado en diálogo con el periodista Eduardo Conforti.
El abogado también se refirió a la ordenanza 7219, la cual propició y redactó, y que establece normas con respecto al uso de espacios públicos: «Pasé largas jornadas debatiendo con con los concejales, representaba en ese entonces a media docena de confiterías bailables. Lo planteamos abiertamente y difianamente de esa forma. Tuvo de 18 años de vigencia porque lo valioso fue que compatibilizó el derecho al superávit económico, de ejercer todo industria lícita de los propietarios, con el derecho al esparcimiento del público del usuario y con el derecho a la tranquilidad de los vecinos y el resto del público también».
«Más allá del respeto que me merece en cuanto honestidad y a preparación intelectual de muchos concejales, me parece que están equivocados. Yerran en la manera de apreciar el fenómeno sociológico y normatibilizarlo. Si lo del baile espontáneo fue un cuento detrás de un negocio, si esto no es lo mismo, está errado. Es una idea que va a provocar una involución porque va a romper ese equilibrio», completó el experto abogado penalista.
Gustavo Feldman definió como «una situación de tensión» la puja y los contrapuntos entre el derecho «a la tranquilidad de los vecinos» con el derecho al «esparcimiento y al de lucrar con ese espacio nocturno».
«Hoy en Rosario los requisitos para habilitar, instalar y mantener en funcionamiento una confitería bailable son más rigurosos que para instalar una planta nuclear. Debe haber pocos rubros en el país con el grado de rigurosidad, de requerimiento y de contralor que tiene en Rosario una confitería bailable», concluyó el letrado.
