Al igual que miles de deportistas del país que no pueden realizar sus respectivos entrenamientos para cuando pase la pandemia del coronavirus, Federico Grabich no es la excepción. El nadador olímpico está pasando sus días de aislamiento obligatorio en la ciudad de Rosario sin tener la posibilidad de tocar el agua de una pileta.
En un mano a mano con Rosario Nuestro, el oriundo de Casilda contó que regresó con lo justo al país antes del comienzo de la cuarentena luego de estar más de un mes en Australia para tener una mejor preparación deportiva de cara al sueño de estar en Tokyo 2021.
Además, Grabich hizo un repaso por su carrera profesional, sus inicios como jugador de básquet, su referencia apoyada en José Meolans, su vida fuera de la natación y su mejor año en 2015 donde se destacó por las obtenciones de medallas en el Mundial de Kazán y los Juegos Panamericanos de Toronto.
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