El Comité Olímpico Suizo había confirmado la presencia de Roger Federer en los Juegos Olímpicos de Tokio, en la que iba a ser su quinta cita olímpica. Pero este martes, finalmente la ilusión de Suiza y de todos sus fanáticos alrededor del mundo se desvaneció: mediante un comunicado a través de sus redes sociales, el mejor tenista de todos los tiempos anunció que se bajó del certamen.
«Durante la temporada de césped, desafortunadamente experimenté una recaída con mi rodilla y he aceptado que debo retirarme de los Juegos Olímpicos de Tokio. Estoy muy decepcionado, ya que ha sido un honor y un punto culminante de mi carrera cada vez que he representado a Suiza. Ya he comenzado la rehabilitación con la esperanza de volver a la gira a finales de este verano. Le deseo a todo el equipo suizo la mejor de las suertes y estaré alentando mucho», expresó su Majestad.
Ese fue el comunicado con el que Federer explicó su actualidad y su ausencia en Tokio. Además, lo acompañó con la siguiente foto, una de las tantas que tiene representando a su país en los Juegos Olímpicos. A poco menos de un mes de cumplir 40 años, parecería haberle dicho adiós a su última posibilidad de disputar unos Juegos.
El tenista de Basilea, que se estrenó en unos Juegos en Sídney 2000, donde conoció a su mujer, cuenta con una medalla de oro en Pekín 2008 en el dobles junto a Stanislas Wawrinka y la plata de Londres 2012, cuando perdió la final individual contra el escocés Andy Murray.
Federer, que apenas disputó cuatro torneos esta temporada después de estar más de un año parado y con dos cirugías en la rodilla, volvió a sentir molestias en el césped de Wimbledon, por lo que decidió que la mejor opción era no estar presente en una nueva cita olímpica. El suizo ya se ausentó de los pasados Juegos de Río de Janeiro, debido a una lesión en la rodilla mientras disputaba el Grand Slam londinense.
