El presidente Alberto Fernández decretó el viernes el paso a la fase 4 de la cuarentena por la pandemia del coronavirus en todo el país, salvo en Buenos Aires donde la propagación de los contagios está menos controlada por la densidad demográfica. La etapa que viene se estableció de acuerdo a la duplicación de los contagios que promedia los 25,1 días. En el el AMBA eso sucede a los 18,8 días, por cual la región continuará como hasta ahora.
La fase 4 implica la «reapertura progresiva de actividades». El criterio empleado se basa en la duplicación de los contagios que en la mayoría de las regiones ocurre cada 25,1 días. Se trata de un estadío caracterizado por excepciones provinciales, que permite la movilidad de hasta el 75 por ciento de la población. Es la penúltima antes de la llegada a la «nueva normalidad» de la fase 5.
La llegada a este momento implica un gran paso en el control de la pandemia teniendo en cuenta que en la fase 1 cuando se decretó el aislamiento obligatorio- denominada de «aislamiento estricto»- el 20 de marzo la movilidad poblacional era de hasta el 10 por ciento. Por su parte, la segunda etapa de «aislamiento administrativo» habilitaba hasta el 25 por ciento de la movilidad. En tanto la tercera, de «segmentación geográfica» posibilita hasta el 50 por ciento de circulación.
El AMBA continuará en la fase 3 dado que los contagios se duplican entre los 15 y los 25 días y concentra el 86, 2 por ciento de los casos de coronavirus. El presidente atribuyó este estado de cosas a la amplia densidad demográfica.
El próximo paso implicaría una «nueva normalidad», que traería consigo una movilidad de hasta el 75 por ciento de la población con hábitos de higiene y cuidado sostenido, pero ya en forma homogénea en todo el territorio nacional.
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