El reconocido actor Fabian Vena presenta en Rosario su unipersonal Quien soy yo. Una comedia filosófica, un concierto teatral para un actor. En esta obra un profesor de filosofía, Después de haber sido expulsado de la universidad, se dedica a dictar seminarios en lugares secretos. Con el peligro de ser descubierto, debe esconderse para revelar la verdad y en la clandestinidad encuentra su oportunidad.
“Tiene un título interesante, por lo menos llamativo y cuestionador, bien vale para lo que vamos a tratar que es el terreno de la filosofía. Filosofía clandestina, le hacemos la bajada como para que sepan más o menos de por dónde estamos apuntando. Es un espectáculo recién, recién estrenado, arrancamos ahora en Córdoba el fin de semana, en este momento estoy en Montevideo, con muchas ganas de mostrarlo en Rosario”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, el protagonista de Quién son yo, Fabián Vena.
En tanto, el notable actor, destacó que la obra “acaba de salir el pan calentito del horno y no hay nada más rico que eso”. Y, seguido, señaló: “Sobre todo, cuando uno se siente orgulloso de lo que está haciendo, haber llegado a un buen puerto después de cuatro meses de laburo, laburando con un equipo extraordinario, justamente para para convertir esta propuesta que es original de por sí, una obra escrita por dos argentinos, Daniel Cúparo y Carlos Lacasa, que tienen muchas obras ya en su haber y esta es una joya”.
Durante la charla, Vena también hizo referencia al protagonista, sobre quien adelantó: “Es un profesor de filosofía expulsado de la Facultad de Filosofía y Letras, persona no querida y expulsado también de los circos intelectuales, una especie de paria, un profesor outsider que no se queda quieto, que sigue y que inventa una clase clandestina de filosofía que da desde hace décadas en ámbitos muy distintos, donde le consiguen sus alumnos más cercanos un lugar, él da la clase y la obra la sitúa en un depósito de la Facultad de Medicina con elementos en desuso y que él de a poco va a ir usando lo que hay para contar su clase, para hablar de filosofía, para cuestionarnos, para hacer preguntas reveladoras y según alguna que otra respuesta va a aparecer”.
Respecto al género en el que se sitúa este unipersonal, es decir, la comedia filosófica, donde aparece el humor, comentó: “El humor es un conducto, es el wifi, sin wifi no se puede hacer nada. Es la comunicación, la llegada inmediata, la llegada simple, fuerte, contundente, ya de por sí si tiene una mirada distinta sobre lo que va a decir que lo haga rápido, fuerte, contundente. La llegada a través del humor siempre es muy importante sobre todo para el teatro”.
“El teatro es entretenimiento, las preguntas se las hace después el espectador cuando sale, ahí tiene que disfrutarlo y mucho más en un monólogo, mucho más en un unipersonal en donde hay que estar todo el tiempo pendiente de cual malabarista no se caiga ningún plato y que estén todos atentos y que la historia avance y que se involucren. Eso el humor lo facilita todo, entonces ya de por sí imaginar que la filosofía pueda llegar a tener humor, si lo hace a través de la calidad de este personaje”, amplió Vena.
Además, agregó que “el personaje es más allá de ser evidentemente un erudito en la materia, desarrolla en el cuento el bullying de su infancia, la pelea frente al ministro de educación, porque no quiere respetar un programa, porque dice que el conocimiento no puede ser programado, porque el conocimiento está vivo, entonces hay una cantidad de características que el tipo empieza a poner al frente, sabiendo que está rompiendo de entrada todas las estructuras muy sólidas, muy enquistadas”.
Finalmente, consideró que también es un homenaje a los docentes: “Es algo que yo imaginaba como universo dentro del espectáculo, pero no sabía que iba a generar tanta emocionalidad eso, en el sentido de que seguramente viendo al personaje, todos los que están en la platea van a acordarse de aquella maestra, de aquel profesor que nos dio una mirada distinta de lo que puede llegar a ser, no sólo la educación, sino la vida”.
