Trabajadores estatales de Rosario convocan a una caravana para este jueves desde las 8.00 que comenzará en el Monumento a la Bandera y finalizará en la sede de Gobernación en reclamos de mejoras salariales. Para hacer aún más visible la protesta los manifestantes se detendrán en distintos centros de salud, como el Hospital Provincial, el Hospital Roque Sáenz Peña, el Hospital de Niños Víctor J. Vilela, el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, el Hospital Carrasco y el CEMAR. Encabezan esta movilización referentes de Amsafe, Siprus, AMRA, ATE y empleados municipales.

En diálogo con Rosario Nuestro, algunos de los representantes gremiales expusieron la crítica situación que atraviesa cada sector. La secretaria adjunta del sindicato de trabajadores municipales, Yamile Baclini, dijo: “Fundamentalmente agradecer la solidaridad y el compromiso de otros gremios como Siprus, ATE, Norte, Amsafe y AMRA, que están aquí presentes porque hoy el reclamo es en pedido de las paritarias, queremos tener la oportunidad de discutir nuestros salarios como cualquier otro trabajador y trabajadora en el ámbito natural, que es la paritaria. No queremos decretos unilaterales ni sumas fijas en negro que atenten no solamente contra nuestros jubilados y jubiladas, sino también contra las cajas de jubilaciones, y también contra las obras sociales”.

“El sector de trabajadores municipales no ha tenido ninguna propuesta formal dentro del ámbito de la paritaria y hay que tener en cuenta que estamos en agosto, a cuatro meses de finalizar el año, con una baja del salario y una gran pérdida del poder adquisitivo. Los trabajadores municipales hemos estado trabajando en todas las áreas desde el primer día de la pandemia”, continuó Baclini y agregó: “Necesitamos recomponer nuestros salarios, ni siquiera estamos hablando de un aumento de sueldo, sino evitar seguir perdiendo poder adquisitivo frente al avance de la inflación”.

Por su parte, la secretaria general adjunta de la Asociación de Trabajadores del Estado, seccional Rosario, Lorena Almirón, afirmó: “Estamos hablando de alrededor de aproximadamente 200 mil trabajadores y trabajadoras, que no estamos exigiendo aumento salarial, sino no seguir perdiendo frente a la inflación en un contexto que se prevé una inflación de un 40 por ciento en todo el año y no tuvimos ningún tipo de aumento. Es necesario que se termine con este destrato a los trabajadores por parte del gobierno provincial y de todos los gobiernos. No hemos tenido propuestas salariales, un bono de 3.000 pesos es un subsidio, no llega a paliar la situación de los trabajadores y trabajadoras, la estamos pasando mal. Los trabajadores de salud nos manifiestan que no dan más, que no llegan a fin de mes. Le pedimos al Estado que deje de ajustar y realmente se ponga a la altura de las circunstancias y nos otorgue lo que corresponde por derecho”.

Con respecto a los profesionales de la salud, la secretaria de AMRA, Sandra Mairona, contó cómo tomaron el bono de 3.000 que otorgó el Estado nacional: “La recepción fue muy mala, nuestra gente la está pasando muy mal, ya tenemos muchos partes de enfermos por estrés. No solo se suma que no ha habido una actualización salarial, sino que no se tiene en cuenta el recurso humano. Tienen que tener en cuenta a los seres humanos que son los que van a estar con los aislados, eso no lo hace una cama y no lo hace un respirador. Nos falta gente porque el pago es mínimo y el riesgo es muy grande”.

Por último, también brindó el punto de vista docente el delegado local de Amsafe, Gustavo Terés, manifestó: “Los trabajadores que dependemos de la provincia y el municipio, estamos en una situación de enfrentar una política de ajuste. Nos encontramos todos aquellos trabajadores que han hecho que en situaciones de emergencia, la sociedad siga funcionando. Hoy lo que está sucediendo es que hay una rebaja salarial, al fin de año vamos a tener no menos de una pérdida salarial de más del 20 por ciento. No se pueden discutir bonos, no se puede discutir sumas fijas, no se puede discutir en los términos que plantea el gobierno, ni desconocer los aportes jubilatorios y las obras sociales. Este bono miserable de 3.000 pesos nos retrotrae a los miserables bonos de 300 pesos que nos daban en la década del 90”.

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