Escándalo: Rocío Oliva reveló los fuertes mensajes que cruzó con Claudia Villafañe durante el velatorio de Maradona
Uno de los episodios más polémicos del velatorio de Diego Armando Maradona fue la prohibición del ingreso a Casa Rosada, donde se llevó a cabo el cortejo, a Rocío Oliva, quien fuera pareja del astro argentino entre 2012 y 2018. En las últimas horas, la joven reveló los fuertes mensajes y llamadas que cruzó con Claudia Villafañe, la ex esposa del 10, quien entre otras cosas le habría dicho «no sos nadie».
En diálogo con el programa Animales Sueltos que conduce Luis Novaresio en América TV, Oliva contó que en viaje a Plaza de Mayo, le escribió a una de las hermanas de Maradona para “tantear cómo estaba la situación”. También le mandó un mensaje a Claudia. “Lo vio y no me contestó nada”. Pero no se preocupó: “Pensé que iba a entrar, sinceramente”. Ya en el ingreso, a las 3 de la madrugada, pasaban “muchos autos y gente caminando”, pero ella no. Diez minutos, 20“¿Hay algún problema, que no puedo entrar?”, le preguntó a un hombre de seguridad. “Estamos esperando que Claudia nos dé la orden”, fue la repuesta.
La ex pareja de Maradona relató que luego de esta primera negativa, le envió un nuevo texto a Villafañe: “Estoy afuera. Te pido por favor: necesito pasar, son cinco minutos, entro, le doy un beso, me doy medio vuelta y me voy”. Sin embargo, seguía sin tener respuesta. “Nada: media hora, 40 minutos. Empezaron entrar jugadores, (como Javier) Mascherano. Nada. La llamo. ‘Yo no tengo nada que ver’, y me cortaba”, continuó.
Tras el breve diálogo de Rocío con los periodistas tras prohibirle el ingreso, recibió el esperado llamado. “Me llama Claudia y me dice: ‘No digas que soy yo porque no tengo nada que ver’. ‘Entonces, ¿quién tiene que ver?’, le digo. Me da un nombre. Me empezaron a llegar mensajes de gente que no conozco: ‘Llamalo a (Guillermo) Cóppola, que está adentro’. Y yo llamaba a todo el mundo. Lo veo a Coppola, me voy corriendo a la reja y le empiezo a gritar; me ve y sigue manejando. ‘Bueno, chau, nadie quiere que entre’ (pensé). Llamé a (Víctor) Stinfale, que estaba adentro. Me dijo que lo manejaban Claudia y las hijas”.
A las 7 de la mañana se acercó el mismo efectivo de seguridad: “Andá a hacer la fila, como todo el mundo”. En ese momento Rocío se fue. El cajón ya estaba cerrado. “Estuve desde las 3 parada en esa puerta, intentando poder entrar. Diego conoce a esa Rocío, la que no se da por vencida, insiste e insiste. Por un lado duermo tranquila, por otro”.
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