“Es una deuda pendiente que tienen los Ávila jugar en Central”: el sueño del Chimy de compartir equipo con su hermano en el Canalla
Por su talento forjado en el barrio, antes de los 16 años debutó en la primera de Tiro Federal de la mano de Andrés Tito Rebottaro en 2010, cuando el club de Ludueña militaba en la B Nacional. En una entrevista exclusiva con Rosario Nuestro, Ezequiel Ávila se refirió a los duros momentos que pasó en los inicios de su carrera, la importancia de su representante para reflotar su carrera, su amor por Central y la chance que quedó trunca cuando Miguel Russo era el técnico, el sueño de compartir equipo con su hermano Gastón y su presente exitoso en el fútbol español.
El Chimy se brindó para una muy jugosa charla con este medio a través de Instagram Live y en primera instancia agradeció el apoyo de los hinchas de Osasuna en este período de recuperación de la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda en enero pasado: «Con la lesión esta, creo que le debo mucho a la gente de Pamplona, porque les pude brindar alegrías dentro de la cancha y hoy ellos me brindan alegrías a mí. Me sorprende el cariño y el amor que me brinda la gente de Osasuna».
Cuando Russo le cerró las puertas de Central
Tras casi dos años sin jugar oficialmente, en períodos donde todo se veía negro para el Chimy: su ciclo en Tiro Federal había terminado y su carrera tenía un incierto su futuro. De acuerdo a su propio relato, su representante, Carlos Bilicic, fue clave en aquel por demás duro 2014. No solo lo ayudó para poder costear la recuperación de la enfermedad de su pequeña hija Eluney, sino que se encargó de conseguirle nuevo club.
En la entrevista, Ávila se refirió al diálogo que tuvo su agente con quien por entonces era el entrenador del Canalla. «Mi representante habló con Russo y él le dijo que no estaba para recuperar jugadores, entonces mi representante dijo ‘Ok, muchas gracias’», narró el delantero de Osasuna, a quien le esperaba una nueva oportunidad.
Acerca de su arribo a San Lorenzo, con quien firmó contrato a principios de 2015, dijo: «Estoy muy agradecido a Bauza, al Camello Di Leo (DT y ayudante de campo del Ciclón en esa época), a Matías Lammens (ex presidente de San Lorenzo), a Bernardo Romeo (ex mánager de la entidad), a Marcelo Tinelli (en ese momento vicepresidente azulgrana), porque se jugaron una carta muy grande al apostar por alguien que llevaba dos años sin competir y nunca había jugado en la primera división de Argentina».
El sueño de jugar en el Canalla y hacerlo con su hermano
Tras reconocer que de chico «iba a la cancha a alentar a Central», el atacante con pasado en Huesca contó un gran anhelo para su carrera. «Claro que me gustaría jugar en Central, es algo muy lindo jugar en cancha de Central», reconoció y admitió que «es una deuda pendiente que tienen los Ávila ahí«, en referencia a que le gustaría compartir equipo con su hermano Gastón, quien se inició en las inferiores auriazules y fue vendido a Boca a principios de 2019 antes de debutar en primera. «Ojalá algún día tengamos la oportunidad de jugar con la de Central”, completó.
Además, para demostrar la hermosa relación que tiene con el actual defensor xeneize, el Chimy respondió quién se impondría en un hipotético duelo por disputar una pelota. “Gana el Gato, porque el rol de él es arrasar con lo que viene de frente, aparte está más grandote que yo, más alto, más fuerte y aparte es mi Gatito, entonces lo dejo ganar porque es mi hermano”, dijo entre risas y agregó: «Siempre quiero lo mejor para mi hermano y pienso que es bueno, pero no me gusta que se conforme con poco, quiero que siempre vaya a más. Es un chico que nada que ver a mí, es respetuoso, trabajador y eso le está dando sus frutos».
¿Cómo surgió el apodo de Comandante?
Si bien en cuando dio sus primeros pasos en el Tigre de Ludueña se lo conoció como Chimy, sobrenombre que aún perdura, en los últimos tiempos surgió otro y se impuso. Detrás de ello hay una muy buena anécdota que el jugador contó: «En ese tiempo estábamos viendo las noticias del Ara San Juan, entonces mi hija me preguntaba qué era, quiénes iban adentro y yo le empecé a contar. Estábamos viendo en Youtube cosas del Ara San Juan y viste que terminas de ver un video, te sugiere otro, y nos aparecen videos de la Guerra de Malvinas, y ahí veíamos que se presentaban comandantes. Después, mi hija me empezó a saludar con la mano así (hace el gesto de la típica venia militar) cuando la dejaba en el colegio, entonces un día le pregunto porqué me saluda así y mi hija me dijo: ‘Porque tú eres el Comandante de la familia, ahora cada vez que hagas un gol tenés que celebrar así’. Tuve la suerte de marcar en Cadiz, festejé así y ahí quedó el Comandante».
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