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sábado 20 de abril del 2024

En terapia

Todos alguna vez hemos pensado en ir al psicólogo porque atravesamos un mal momento en nuestra vida personal, laboral, por curiosidad o hasta por preocupaciones internas. Ahora bien, ¿Es para todos? ¿Cómo nos damos cuenta si una terapia es efectiva?

La American Psychological Association (APA) define a la psicoterapia como “un tratamiento de colaboración basado en la relación entre una persona y el psicólogo”.

Como su base fundamental es el diálogo, proporciona un ambiente de apoyo que le permite hablar abiertamente con alguien neutral e imparcial. El objetivo del tratamiento es que tanto el terapeuta como el paciente puedan identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que le impiden al consultante sentirse bien.

Silvina Suárez, licenciada en Psicología (quien además lleva 16 años de psicoterapia como paciente) cree que  “un momento clave para iniciar una terapia, es ante cierto cuestionamiento personal, un interrogante interno que insiste con su dificultad y molesta mucho”.

El solo hecho ya, de poder pensar en un espacio donde hacer(se) escuchar nuestras propias palabras, preguntas, fantasías, miedos, o angustias genera un alivio” agrega.

Por su parte, la Psicoanalista María Fernanda Rodríguez sostiene que “las personas llegan al consultorio con más frecuencia ante: episodios de angustia, pérdida de un ser querido, una separación, estrés, repetición de ciertos patrones y/o conductas, baja autoestima, etc”.

Generalmente el comienzo de una terapia sucede cuando la persona no se siente bien consigo misma y sabe que sola no puede” agrega.

Es importante tener en cuenta que existen distintos tipos de tratamientos y que no todos los psicólogos tienen la misma formación. Los más habituales son: Psicoanálisis, Psicología cognitiva conductual, Psicología Sistémica, Gestáltica, etc.

Por supuesto que todas las corrientes son efectivas y suponen distintas formas de trabajo. Sin embargo, la única que aborda el inconsciente y  lo reprimido es el psicoanálisis. Se trata de una teoría psicológica que tiene sus orígenes en los aportes de Sigmund Freud.

Se basa particularmente en la importancia del inconsciente y en nuestras experiencias infantiles que son las que determinan nuestra personalidad, comportamientos y padeceres. Mediante el trabajo de la asociación libre, es decir la circulación de la palabra, se puede acceder al inconsciente y se puede trabajar aquellas situaciones que nos generan malestar”, explica la licenciada Rodríguez.

 Cuestión de química

Existen muchos casos en que las personas empiezan un tratamiento terapéutico y sienten que no tiene sentido, que lo que hablan con el psicólogo/a lo pueden conversar con un amigo.

La licenciada Silvina Suárez sostiene que “cuando el encuentro nos hace pensar, nos permite sentir que somos escuchados y respetados, sin prisa, sin supuestos, sin generalidades, sin reduccionismos la terapia está funcionando”.

Y agrega que “una buena relación con el terapeuta es mantener cada encuentro como si fuese el primero y que para ello es fundamental el resguardo que hace el analista de su posición como tal”.

Por su parte, la licenciada Rodríguez explica que “para que la terapia tenga resultados es necesario que el paciente se haga una pregunta o un cuestionamiento acerca de lo que le sucede y tenga la voluntad para reflexionar o cambiar sobre aquello que lo aqueja”.

“Por supuesto, que el vínculo con el terapeuta es fundamental, diría es uno de los requisitos primordiales.  Hay situaciones en la cual una persona cambia mucho de terapeuta o no puede ser constante con la misma. En realidad hay muchos motivos por la cuales no estaría funcionando, pero eso es relativo en cada  persona, de su historia, de su singularidad. Habrá que dilucidar si es una cuestión transferencial, es decir, vincular con el terapeuta o si es una resistencia a mejorar, en fin, puede ser por muchos motivos”, agrega.

Empezar terapia y continuar un tratamiento no es algo fácil. Requiere de voluntad para poder ver los errores propios y empezar un camino de superación personal.

En la actualidad, son muchas las prepagas que ofrecen tratamientos terapéuticos a honorarios accesibles. También hay algunos hospitales y centros de atención gratuita. Es cuestión de animarse a empezar un cambio profundo. La decisión depende por y exclusivamente de uno mismo.