19°
viernes 29 de marzo del 2024

En Rosario se realizaron 667 intervenciones para liberar espacios públicos durante 2018

La Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana debió desocupar terrenos, veredas obstruidas, plazas y parques durante el año pasado. El fin de las acciones es garantizar la libre circulación y el uso seguro de los múltiples espacios públicos de Rosario. “El Estado debe promover el respeto de las normas que regulan las formas en las que permanecemos y transitamos por la ciudad”, señaló el secretario Guillermo Turrin.

Durante 2018, la Municipalidad de Rosario, a través de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana, debió intervenir en 667 situaciones de apropiación indebida del espacio público para garantizar su liberación y, en consecuencia, un uso democrático del mismo.

A cargo de la Dirección General de Control Urbano, las acciones se ejecutaron en distintos puntos de Rosario y tuvieron relación con la ocupación indebida de terrenos usurpados, veredas y parques y plazas tomadas.

El secretario de Control y Convivencia, Guillermo Turrin, precisó que a lo largo del año pasado, las intervenciones por toma de terrenos fueron 36. “Cuando recibimos una denuncia por usurpación de terreno, disuadimos a las personas para que no lo hagan y si plantaron elementos, como por ejemplo, palos o chapas, los retiramos”, manifestó y advirtió que en el caso de que el predio sea de un privado, los agentes deben averiguar quién es el propietario, darle cuenta del hecho para que radique la denuncia judicial correspondiente. En cambio, si se trata de un terreno fiscal, se puede accionar en forma directa.

Turrin observó que la mayor cantidad de procedimientos se concretan en espacios públicos. En el año que pasó, se desarrollaron dos intervenciones importantes en un predio privado ubicado en Ovidio Lagos y 5 de Agosto.

Allí, unas 50 personas buscaban afincarse y se debió desarmar los palos y chapas que habían desplegado. Otra situación se vivió en tierras fiscales asentadas en  Piamonte y Ovidio Lagos, donde unas 30 personas intentaron tomar la zona aledaña a un centro deportivo municipal.

Aceras

El año pasado, Control Urbano realizó 167 liberaciones por ocupación indebida de aceras. Bajo este concepto, se pueden incluir el retiro de escombros y materiales de construcción en veredas que no permiten la circulación normal por las mismas. También se han quitado artículos de venta que pertenecen a comercios habilitados pero que hacen uso indebido de la vereda, parrilleros de material que son derribados, autos abandonados y elementos en desuso que son abandonados y que complican el paso.

Parques y plazas

En tanto, se ejecutaron en 2018, 464 procedimientos vinculados a lo que se conoce como ocupación de espacios públicos, lo que incluye parques y plazas. La cifra revela los resultados de las recorridas preventivas que semanalmente llevan a cabo los agentes para limpiar y ordenar espacios comunes, retirar colchones y demás pertenencias que muchas personas mantienen en estos lugares de libre acceso y también despejarlos cuando se juntan personas a beber alcohol o a dormir. Los puntos más intervenidos son la Plaza General López (Avenida Pellegrini al 700), la Plaza de las Luces (Avenida Pellegrini al 4000), las inmediaciones del Parque Nacional a la Bandera (Avenida Belgrano al 500) y el área céntrica de Rosario. Cabe destacar, que dentro de ese total, se contempla las acciones impulsadas a partir de denuncias radicadas en el 147 o llamados telefónicos de vecinos a la repartición, requerimiento de juzgados o bien, forman parte del Plan Abre.

En relación a este último punto, durante 2018 Control Urbano concretó 220 actuaciones en la zona comprendida por las calles Sánchez de Thompson, Grandoli, Lola Mora e Hipócrates. En este lugar, se demolieron cocheras y locales comerciales que habían sido construidos ilegalmente sobre espacios comunes que impedían el ingreso de patrulleros policiales y de ambulancias.

“El trabajo que hacemos como Estado municipal en espacios comunes tiene que ver con desocuparlos cuando en ellos se instalan grupos de personas, algunas veces son cuidacoches o indigentes, que impiden que otras personas puedan disfrutar, sobre todo, los niños que juegan o andan en bicicleta”, explicó Turrin.