¿Es posible una tercera ola de coronavirus en Europa? El virólogo español José Antonio López, director del grupo de neurovirus de la Universidad Autónoma de Madrid, habló este jueves en CNN Radio y aseguró que “indudablemente es un escenario que nos tememos”.
Sin embargo, el especialista dijo que la sociedad necesita “ese halo de esperanza que no es triunfalismo” en torno al éxito de las vacunas que se desarrollan en el mundo. “Si es cierto que algunas de esas vacunas llegaran a la sociedad se baraja esa hoja de ruta en torno a una primavera tardía o a principio de verano” boreal para el fin de la pandemia, enfatizó.
López dijo que “hay epidemiólogos que comentaban de hacer unas medidas drásticas de evitar la movilidad unas semanas antes de Navidad para intentar alcanzar” las fiestas de fin de año “con un numero acumulado de casos optimistas para permitir una flexibilidad”.
Y añadió: “Eso lo veo como un error. Estas Navidades serán entrañables pero van a ser especiales” en Europa. “No van a ser Navidades de hacinamientos, de macrofiestas. Tenemos que considerar pasarlas en familia con el menor número posible de familiares”, apuntó.
El experto dijo que la segunda ola de la pandemia era esperada, tal como sucedió “con la mal llamada gripe española de 1918 con la llegada de las bajas temperaturas”.
En ese sentido, explicó que “al final del primer brote muchos países se relajaron, como España, con mensajes triunfalistas y que la gente disfrutara y gastara” porque “dependemos del turismo”.
“Y eso pasa factura cuando nos enfrentamos a un virus que prefiere los grupos”, enfatizó.
Y agregó: “Cada país está haciendo su guerra por su cuenta, en vez de haber una coordinación. Hemos decidido convivir con el virus con parches puntuales, en lugar de tener un política drástica. Del momento el patógeno nos está ganando con mucha ventaja”.
López dijo que, para evitar una nueva ola de la pandemia, se “necesita un número de rastreadores” en el orden “de 4.000 por cada millón de habitantes.
“También potenciar y financiar la atención primaria que es la puerta de entrada al sistema sanitario de los nuevos pacientes que en lugares de Europa se están colapsando”, indicó.
López también mencionó la necesidad de “hacer rastreos de aguas residuales que permiten detectar cuándo un brote se avecina. Eso hay que hacerse con 25 casos por 100 mil habitantes. Ahora estamos en mucha parte de Europa por encima de 500 casos por 100 mil habitantes. Ahora lo único que puede funcionar es la restricción drástica de la movilidad y todos vamos a ir por desgracia a ese confinamiento”.
Finalmente, dijo que las vacunas significan una esperanza para la humanidad y afirmó que “tenemos que aferrarnos a la esperanza”.
“Ahora estamos en esa fase en que media decena de compañías internacionales están anunciado una pronto distribución de la vacuna. Estamos casi casi vendiendo la piel de un oso que lo tenemos acorralado pero que todavía no lo hemos abatido”, graficó.
Y añadió: “Estamos todavía lejos de que sea aprobado. Necesitamos ese halo de esperanza que no de triunfalismo”.
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