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martes 16 de abril del 2024

Emprendedores: ¿Por qué es importante contar con un buen pitch?

En el momento en el que decidimos sumergirnos en el mundo emprendedor, nos damos cuenta de algo: las oportunidades están en todos lados y no las podemos dejar pasar. Por eso es importante estar preparados todo el tiempo para convencer a quienes pueden llegar a ser nuestros próximos socios, clientes o inversores. Para esto contamos con una herramienta indispensable: El Pitch.

Un pitch es un discurso breve, que tiene como objetivo contar nuestra idea o negocio en el menor tiempo posible, cautivando a nuestro interlocutor. No se trata solamente de escribir unas líneas y luego recitarlas, sino que implica un minucioso trabajo de estructuración del discurso, una práctica constante y flexibilidad por parte del emprendedor para adaptarlo rápidamente según el contexto que se le presente.

Si bien cada pitch depende mucho de las características de nuestro negocio y de los objetivos que tengamos a la hora de salir a comunicarlo, te presentamos una simple estructura que te ayudará a construirlo y consta de 4 pasos:

1- Describir quién sos

Es conveniente comenzar tu discurso con una breve descripción de tu perfil emprendedor. Este es el momento de contar tu historia, tus experiencias pasadas, qué es lo que te llevó al lugar que estás hoy y cómo se te ocurrió la idea que estás comunicando. Un consejo: si tenés una buena anécdota de por qué estás en el lugar que estás, no te la guardes.

2- Contar qué hacés

Este es el momento de hablar específicamente de tu negocio, sin vueltas. Cuál es tu idea, a quiénes está dirigido el proyecto, cuál es el mercado potencial, cómo monetiza y, lo más importante, qué problema resuelve.

3- ¿Cuál es tu diferencial?

Una vez que contaste tu modelo de negocio, llega la hora de convencer a tu interlocutor de que sos el mejor en tu industria. Es el momento de dejar en claro por qué tu proyecto es innovador, identificar a potenciales competidores (nacionales e internacionales), fortalezas y debilidades, y las barreras de entrada del negocio.

4- Exponer hacia dónde te dirigís

Una buena idea, sin proyección, carece de valor. Por eso, para cerrar un pitch impecable, es necesario que describas tus objetivos. Primero, aquellos que son a corto plazo. Es importante que éstos sean realistas, concretos y realizables, para dar tangibilidad y credibilidad al proyecto. Luego, contá dónde te ves en seis meses, en un año, y en tres años. Es indispensable para un potencial inversor, saber que estás planeando una fuerte expansión y que tu negocio no es algo volátil, que podría acabar en los próximos meses.

Siguiendo estas cuatro etapas, deberías poder escribir y practicar un pitch de no más de cuatro o cinco minutos, que sea la puerta de entrada para conectarte con inversores y otros actores del ecosistema emprendedor, para cumplir con tus objetivos, ya sea, conseguir socios, levantar capital, o acercar tu negocio a nuevos clientes.