El último tiempo, Empalme Graneros se vio convulsionado por el crimen del pequeño Máximo Jerez, tras lo que se comprobó fue un ataque entre bandas. La violencia obligó a medidas urgentes como el desembarco de fuerzas federales.
Una barriada que supo ser tierra de inmigrantes, de la silla en la vereda ‘hasta las dos de la mañana’, pasó a ser tierra de “muertos vivos”, como graficó uno de sus referentes.
“Por lo pronto se ve a Rosario pacificado, pero qué va a pasar el día después, cómo sigue todo esto, si se piensa solucionar los problemas de fondo o es simplemente coyuntural, son todos interrogantes que les quedan al ciudadano común”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Osvaldo “Lalin” Ortolani, histórico referente de Empalme Graneros.
Fue precisamente él, quien describió el triste escenario de “muertos vivos” en las calles del barrio. “Hace 25 años veíamos la película “Ciudad de Dios”, sobre Río de Janeiro y uno no podía creer eso y hoy esos actores viven a media cuadra de tu casa, cómo se fue cayendo la sociedad y por qué llegar a eso. Empalme siembre fue un barrio de inmigrantes y pobres, y a principio del siglo 20 inmigrantes gallegos, árabes, gringos; después vinieron las migraciones internas, siempre bienvenidos, compartiendo de cada uno que llegaba”, dijo.
Y agregó: “Empalme era la silla en la vereda hasta las dos de la mañana, porque hacía calor; hoy ya no, a las seis de la tarde está todo el mundo escondido. Hablo de los muertos vivos, de los muertos por un tiroteo que no son tiroteos. Lo escuchaba a Gastón Pauls hablar de su vuelta al infierno, y cuántos muertos vivos deambulan y comparten nuestras calles”.
Si bien el entramado social rompiendo y va a ganando el negocio de la violencia, para el dirigente barrial, “hay muchos actores sociales, más que cuando comencé. Hace 40 años estaba el Cura, por lo general la gente del barrio era solidaria, no había instituciones. Hoy hay cientos de instituciones con gente muy buena, con vocación, trabajando por el barrio”.
“Pero el monstruo que se enfrenta también es muy grande y todos los que trabajan, en un momento se encuentran salpicados, porque el mismo flagelo está adentro de tu casa. Entonces empezás a analizar: es proporcional el trabajo o tiene que haber otro tipo de acciones”, conitnuó.
En tanto, Ortolani señaló que “podemos ser un ejército de personas tratando de salvar a muchos chicos de lo que está pasando, pero a la máquina de producir esta enfermedad la dejamos arriba”. “La gran duda es con qué herramientas el actor social, más allá de su buena voluntad, enfrenta. Tiene más miedo que los demás”, amplió.
En esa línea, reflexionó: “El ciudadano común, que se encuentra indefenso y es la otra parte de los que se mueren. Porque están los que mueren por los tiros, los muertos que están vivos y son ‘carne de tiroteo’ y después están los otros muertos, la gente grande, que vive encerrada en su casa por el miedo”.
No obstante, para cerrar Osvaldo “Lalin” Ortolani, histórico referente de Empalme Graneros, aseguró ser optimista y que la salida es colectiva.
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