Por Ignacio Pellizzón
Claudia se encerró rápido en el baño esperando que no la encuentre. Volvió a tomar y está más agresivo que nunca. Se maldice así misma por no haberle hecho caso a su amiga que le insistía que lo dejara, que se armara el bolso y se vaya de su mamá. Pero no. Siempre pensaba que iba a cambiar, porque le había prometido que no iba a beber más.
Estalló la pandemia y la cuarentena la obligó a encerrarse con él. Otra vez a cuidarse de que no le levante la mano. Ahora está desacatado, gritando y rompiendo todo. Agradece tener el celular encima y escribe por primera vez al 3415-781509, el whatsapp que lanzó la Municipalidad para que mujeres como ella puedan pedir ayuda.
El caso de Claudia es una situación hipotética, pero podría tranquilamente representar a cualquiera de las 658 personas que escribieron a ese número en los dos meses del aislamiento obligatorio para solicitar atención por violencia de género. La cuarentena generó que se disparara hasta un 50% las alertas en Rosario en los últimos 60 días.
Desde la secretaría de Género, que dirige Mariana Caminotti, informaron a Rosario Nuestro que entre el 20 de marzo y el 20 de mayo se registraron en los servicios de atención a la víctima por Violencia de Género, a través del Teléfono Verde (0800 444 0420) y el nuevo Whatsapp (3415-781509), un total de 1.492 consultas.
Esta cifra se traduce en un aumento del 50% si se compara con el promedio que solía recibir solamente el Teléfono Verde antes de la cuarentena que no superaba los 20 llamados diarios, mientras que ahora el número ascendió a casi 30 diarios.
“Solamente el Whatsapp recibió 658 mensajes, con lo cual es una clara muestra de que el nuevo canal de comunicación de mensajería es muy útil y lo vamos a mantener aún después de que finalice la pandemia”, aseguró a este medio Caminotti.
El encierro acrecentó el temor no sólo de las cientos de miles de mujeres que deben convivir con sus agresores, sino también de vecinos, amigos y familiares que tomaron la decisión de alertar al municipio y a las autoridades en casos puntuales.
La violencia machista es un flagelo que está enquistado en la sociedad y que el aislamiento obligatorio pone en evidencia aun más. El temor a ser golpeadas brutalmente por sus convivientes o por los que podrían violar el distanciamiento impuesto por la justicia es tan alto que pareciera que no hay canal de comunicación que alcance.
Otro punto clave que demuestra la gravedad del aumento de casos de violencia de género durante los primeros 60 días de aislamiento, es que hubo un total de siete ingresos a los Centros de Protección del municipio para mujeres víctimas de violencia que tuvieron que dejar sus hogares.
A su vez, las alertas no solamente llegaron a los canales de comunicación de la Municipalidad, sino también por vía judicial. Según informaron a este medio desde la oficina de Violencia de Género que trabaja bajo la órbita del Ministerio Público de la Acusación (MPA) se recibieron en los últimos dos meses, entre comisaría y sistema online, entre 500 y 600 denuncias por diversos temores, señalaron.
Los datos surgen de Rosario y Gran Rosario, aunque desde el MPA aclararon que no todos esos números de denuncias llegan a detenciones o medidas judiciales, porque se van evaluando las informaciones aportadas en cada denuncia y muchas no llegan a ser concretas.
Cuarentena violenta
Un informe estadístico del Observatorio de Femicidios de la Casa del Encuentro, señala que entre el 20 de marzo y el 14 de mayo de este año se contabilizaron 51 casos en todo el país. A la dolorosa crudeza de la información, se suman los agravantes de que una de cada cinco víctimas había realizado denuncias por violencia de género y el hecho de que cuatro de las asesinadas eran niñas.
Si se toma la estadística desde principios de año, los casos se elevan a cerca de cien en 2020. La mayor cantidad de casos se registraron en la provincia de Buenos Aires, seguido por Tucumán, Misiones y Santa Fe.
La coordinadora de la mesa federal de Mumalá, Gabriela Sosa, dialogó con Rosario Nuestro y recordó que desde la ONG “le pedimos al Estado que estuviera alerta sobre posibles casos de violencia de género en tiempos de cuarentena, basado en una construcción estadísticas realizada por la misma organización que arroja que desde que comenzó el año hasta el 26 de mayo hubo 122 femicidios en el país y más de 50 en etapa de aislamiento”.
“Las herramientas del Estado aun son muy limitadas. Es necesario que haya respuestas más contundentes y efectivas. Nuestro pedido todavía se basa en que se pueda dar asistencia económica a las víctimas hasta para tener un celular y que puedan descargarse una aplicación que alerte en tiempo real si están en una situación complicada o para que estén en contacto con sus familiares, entre otras”, expresó.
La Justicia todavía debe actualizarse mucho para estar a la altura de las circunstancias. “No cuenta con mecanismos accesibles para hacer denuncias, es decir, no está unificada nacionalmente en todas las provincias con dispositivos modernos y actualizados que sean no presenciales”, destacó Sosa y agregó: “Estamos muy preocupados por cómo actúan las fuerzas de seguridad sin un protocolo estricto sobre violencia de género; por eso, el Estado en general está bastante atrasado en esta materia”.
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