Las demandas de la sociedad con muchas. Celulitis, pesos ideales, las canas son algunos de los signos de envejecimiento o hábitos antiestéticos a los que las mujeres parecen estar condenadas.
Casi todas las mujeres se sienten bombardeadas con el mandato social: “si sos mujer debes ser perfecta”.
El hombre puede tener canas y eso lo hace maduro, pero si una mujer tiene canas eso la hace una vieja. Si un hombre tiene pelos en las piernas eso lo convierte en alguien fuerte pero si la mujer se olvido un día de depilarse es una dejada.
«De esta manera las mujeres fuimos condicionadas por una cultura machista en la que sólo al encajar con el parámetro de belleza de moda somos consideradas bellas» advierte Florencia Serrietella, Coach Transformacional formada en Animas School of Coaching en Reino Unido.
«Cuando mi abuela tenía 15 años estaba de moda ser “rellenita”, cualquiera de las modelos de hoy en día hubiera sido vista como una flaca escuálida que seguramente asumía, equivocadamente, que tenía alguna enfermedad. Con este ejemplo quiero dejar en claro tanto para ustedes como para mí: no somos gordas solamente nuestro cuerpo no está de moda en este período de la humanidad y eso no significa que no seamos unas diosas totales» agrega.
El modelo de belleza inalcanzable
«En mi juventud más temprana siempre encajé “perfectamente” con los parámetros de belleza que el mundo me imponía, lo cual no quiere decir que me haya sentido bella. Siempre había algo que me faltaba tener para sentirme linda. La realidad es que si sos lo suficientemente flaca para tener la panza chata, no vas a tener la suficiente cantidad de grasa en tus nalgas para tener esa cola latina que “todos desean”, pero si engordas y logras tener esa cola sexy entonces de repente alguien viene y te pregunta si estas embarazada. Es físicamente imposible cumplir con todas y cada una de las características que sólo el Photoshop alcanza» detalla la Coach.
Si sólo medimos nuestro valor como mujeres por nuestro cuerpo, nos estamos olvidando de nuestra verdadera identidad. El cuerpo es sólo un instrumento para llevar a cabo esta actividad que llamamos vida, pero somos mucho más que eso.
El cuerpo no nos define sino que sólo es un medio de conexión con los demás y con nosotras mismas.
Entonces… ¿Por qué no usar nuestro cuerpo como instrumento para desarrollar nuestra vida en lugar de permitir que el cuerpo nos use a cada una de nosotras?
Florencia Serrietella es Coach Transformacional formada en Animas School of Coaching en Reino Unido. Además, tiene un Master Practitioner en PNL (Programación Neurolingüística) y Practitioner en PNL, en ambos casos formada y avalada por el propio co-creador de la PNL, Richard Bandler.
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