El secretario de Obras Públicas del municipio, José Luis Conde, aceptó que en Rosario existe una complicada situación con el estado de las calles ya que, según sus cálculos, hay un bache cada seis cuadras de las 17.600 que posee la ciudad en la actualidad.
Según conde el plan de bacheo tiene su tiempo, y está dividido en varias etapas. “Todos conocemos en las condiciones que está la ciudad y no podemos desmentirlo. Estamos haciendo lo que nos permiten los recursos con los que contamos”, explicó y admitió sobre la presencia de un sinfín de baches en las trazas rosarinas.
En ese sentido, consideró que algunos de ellos son críticos y no sólo son un problema estético. “El problema es cuando su volumen genera inseguridad para los conductores, además existen los baches en veredas que provocan accidentes a los peatones”, expresó. “La problemática es dura”, manifestó.
Sobre cuáles son los lugares más críticos de la ciudad señaló que si bien es parejo, depende si por esa calzada pasa alguna línea de trasporte urbano de pasajeros y tomó como ejemplo las esquinas o la zona de las paradas. “El pavimento flexible debería estar prohibido en la zona donde frenan los colectivos”, adujo el funcionario.
“Una cosa es la pretensión que cada funcionario tiene y la otra es la realidad de los recursos con los que cuenta”, manifestó y que si la gente no ve trabajos en la cuadra donde vive que está dañada “supone que no se hace nada”, en una ciudad que tiene más de 17 mil cuadras. Al respecto estimó que hay alrededor de 3 mil baches, si se toman desde los más pequeños a los que pueden provocar riesgos para conductores y transeúntes, . «La verdad es que se esta trabajando y mucho”, argumento finalmente como defensa de su gestión.
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