En una nota que brindó al diario La Nación, Ariel Garcé rememoró su último paso por Central como ayudante de campo de Eduardo Coudet, y puntualmente hizo alusión a las finales perdidas de Copa Argentina, diferenciando claramente lo que sucedió contra Boca en 2015 de lo que sucedió ante River en 2016.
Garcé habló en primera instancia acerca de cómo fue su relación con el Chacho mientras coincidieron en el Canalla: “Cuando uno comparte el día a día durante dos años se agigantan las diferencias. Fue un aprendizaje para ambos, pero me arrastró la situación en lo emocional. le había dicho a él que solamente lo iba a acompañar en su primera experiencia como técnico, dure lo que dure”.
Con respecto a la polémica definición contra el Xeneize, el Chino confesó: «En ese momento, en el campo, sentí una animosidad en nuestra contra. Del árbitro y de sus colaboradores». A su vez, se refirió a los supuestos acerca que el referí Diego Ceballos estuvo incentivado por Boca y tiró: «Después te enterás de un montón de cosas, y hasta salieron las cifras de lo que supuestamente había cobrado. Podés hacer mil conjeturas, yo quiero creer que no hubo nada de eso, o no lo quiero ver”.
Al momento de hablar de la derrota 4-3 contra el Millonario un año después, quien jugó en el club de Arroyito entre 2006 y 2007 marcó las claras diferencias: “En esa final nosotros tuvimos gran parte de culpa: salimos como a una guerra, desenfocados, no lo jugamos ese partido. Y erramos con Chacho por nuestra inexperiencia: cuando Gallardo metió a los dos delanteros en el segundo tiempo (NdR: por Rodrigo Mora e Iván Alonso), tendríamos que haber armado una línea de 5, no reaccionamos. Con esa final no hay quejas, la otra fue asquerosa”.
