Gabriel Sanabria, el policía baleado durante un control vehicular en zona sur, experimentó una mejoría en su estado de salud, que, de todas maneras, sigue siendo crítico. Así lo destacó el vicedirector del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), Germán Camiletti, quien contó que el agente despertó y se contactó con su familia.
A un mes del ataque, perpetrado el 27 de mayo en Arijón al 400, el médico aseguró que el joven de 26 años transita «una mejoría lenta pero sostenida en esta última semana», tras días delicados. En ese sentido, remarcó que paulatinamente se le están sacando los sedantes y se procura que restituya la relación con el entorno. Además, como dato sobresaliente, indicó que el muchacho respira durante varias horas por sus propios medios.
«Es un paciente que está en terapia intensiva, crítico y hay que estar atento a todas las complicaciones que puedan surgir», resaltó, con cautela el profesional.
«Se pudo conectar con su familia», contó, aunque a través de gestos dado que todavía no puede hablar. De todos modos, se trata de un paso clave para su rehabilitación. «Es un paciente que colabora con su recuperación, no que lucha contra ella», concluyó Camiletti.
