La serie catalana Merlí ingresó a las casas argentinas -y caló en parte de Sudamérica-, por la gran ventana de Netflix. Y, sin lugar a dudas, fue una de las revelaciones de la grilla de la plataforma digital.
Producida y estrenada por la cadena TV3, esta serie plantea el método poco ortodoxo -y muy estimulante- de enseñar de un profesor de Filosofía al que lo mueven los desafíos, Merlí Bergeron, interpretado por Francesc Orella.
A raíz del éxito, uno de sus alumnos, Pol Rubio, encarnado por el actor Carlos Cuevas, de 22 años, habló sobre el boom, profundizó en los mensajes que dejó la serie (de tres temporadas) y reveló que uno de sus sueños es hacer teatro en la Argentina.
«Me encantaría viajar a Buenos Aires para hacer teatro. Ahora mismo no me han propuesto nada. Soy un gran fan del cine y teatro argentino. Me vuelve loco. Uno de los sueños de mi vida es hacer teatro en Argentina, siempre lo digo aquí también. Además, Barcelona y Buenos Aires son ciudades hermanas en este sentido, conozco a muchos actores que fueron allí a hacer teatro y compañías argentinas que he visto en Barcelona. He visto mucho teatro de Tolcachir, de Veronese, de Daulte», detalló Cuevas en comunicación telefónica con Por Si Las Moscas, que se emite por La Once Diez/Radio de la Ciudad.
Asimismo, contó cómo vivió el éxito de la serie que duró tres temporadas y el impacto que tuvo en Sudamérica, pero en especial, en Argentina. «Merlí es un fenómeno un poco extraño para nosotros. Es verdad que gracias a las redes sociales nos damos cuenta de las cosas que pasan fuera de España, incluso, aquí hay argentinos que nos paran por la calle. Es verdad que cuando se emitió aquí en España, por primera vez, funcionó muy bien y la gente la recibió con mucho cariño; lo que quiere decir que ha tenido mucho éxito, que ha estado nominada a muchos premios. Creo que por todo Sudamérica se ha seguido bastante, pero es verdad que con Argentina está pasando algo más especial, vemos que ahí sí ha calado fuerte».
Y siguió: «Creo que la clave del éxito que ha tenido es que es una serie que permite empatizar con los personajes y que está planteada para todos los públicos, y enfocada hacia un público joven, quienes se sienten muy identificados con todas estas ideas que se cuentan. Es verdad que a los jóvenes le ha removido muchas cosas esta serie. Te encuentras gente que te dice que quiere actuar como tal personaje o que le pasa lo que le ha pasado a éste».
«Es verdad que un adolescente o un joven es altamente influenciable. A mí lo que me sorprende en positivo, todavía más, es ver a un señor de 50 años decirme que gracias a la serie ha podido hablar temas con sus hijos que no se atrevía a hablar o ha cambiado maneras de pensar. Creo que el éxito está en que está muy bien escrita, tiene unos guiones que son brillantes», juzgó Pol, quien en la ficción es un alumno rebelde, pero interesado en la Filosofía, que explora su bisexualidad.
«No sé como está el tema en Argentina, pero aquí la homosexualidad está altamente aceptada y no genera tanto conflicto desde hace mucho tiempo. El mundo de la bisexualidad es verdad que fue la primera vez que se trataba en una serie para jóvenes y de esta manera tan desacomplejada. Merlí es una serie que ha hecho pensar mucho alrededor de este tema, que ha desacomplejado a mucha gente, que ha ayudado a mucha gente a dar un paso hacia adelante a la hora de decidirse, en todos los niveles».
A su vez, y para finalizar la entrevista, se refirió a su compromiso con el movimiento feminista, luego del 8M y consideró que «es incompatible ser un ser humano digno y no respetar la igualdad entre los hombres y las mujeres. No puedo concebir un mundo en el que influya el género en las oportunidades de las personas», cerró.
Fuente: Clarín