El piloto del avión desaparecido en el que viajaba Sala no tenía licencia, era DJ y trabaja como plomero
La conmoción sigue latente en el país, en el mundo y en el ambiente deportivo luego de la desaparición del avión privado en el que viajaba el futbolista argentino Emiliano Sala. Distintos referentes del deporte alzaron su voz, en consonancia con los familiares del joven santafesino, para pedir que no se detenga la búsqueda.
Luego de tres días de intenso rastrillaje por las aguas del Canal de la Mancha, última ubicación conocida de la aeronave antes de perder contacto el lunes por la noche, la policía de Guernsey decidió suspender la búsqueda, debido a que considera ínfimas las posibilidades de supervivencia.
En el marco de las protestas para que el operativo rescate continúe pese a todos los obstáculos existentes, el diario británico The Sun reveló datos preocupantes sobre David Ibboston, el hombre de 59 años que era el piloto del avión desaparecido.
Según publicó el periódico inglés, Ibboston tenía licencia privada para transportar pasajeros pero no contaba con una cédula comercial. A raíz de sus deudas, buscaba dinero extra desempeñándose como DJ y plomero para financiar su pasión por los aviones.
Un amigo del piloto contó al mismo medio: «Siempre pensé que era mejor plomero que piloto» y agregó que tenía miles de horas de vuelo pero en viajes menos exigentes, como el transporte de paracaidistas a lugares de salto.
Este amigo confesó que Ibboston realizaba la actividad más como hobbie que como un trabajo y argumentó que antes de tomar el vuelo, le reveló a sus amigos que «se sentía cansado».