El 25 de noviembre del año pasado, Tomás Rodríguez de 14 años se salió de su casa con dos amigos con destino a Drugstore Thomys, un kiosco de su barrio en la localidad de Funes. Al llegar, tocó la reja del comercio ubicado en Bouchard 2163 y recibió una descarga eléctrica que le costó la vida en el momento.
El trágico hecho trajo un gran malestar en la vecina localidad que terminó con distintas marchas y pedidos de Justicia, debido a que, según afirman los familiares del nene, la dueña del kiosco estaba al tanto del problema eléctrico de la reja de afuera.
Raúl Rodríguez, papá de Tomás, explicó este lunes en Radio Mitre Rosario que a partir de la muerte de su hijo “empezó a descubrirse una red de cómplices, de silencio, que amparaban a los asesinos y que involucra al gobierno de Funes, la EPE y la policía”.
Hay dos imputados en la causa que investiga la muerte del adolescente de 14 años: la dueña del kiosco y el electricista.
“El electricista se abstuvo de declarar, firmó que estaba todo normal en la casa (donde funcionaba el comercio) cuando la pericia judicial dio cuenta que no tenía jabalina ni disyuntor. Un informe de la autopsia de mi hijo determinó que recibió un alto voltaico, una descarga eléctrica que ingresó por el cerebro e hizo masa en corazón”, detalló Rodríguez.
Afirmó además que “la dueña del kiosco fue candidata a concejal. Está cercana al personaje nefasto que dirige Funes, el intendente (Roly Santacroce). Armaron todo un circo macabro. Como padres estamos viviendo una pesadilla”.
El enojo de los familiares de Tomás apunta a varios sectores en Funes: a la responsable del comercio que tenía una falla eléctrica, al electricista y al presidente Municipal, debido a que, según manifiestan, le brinda “impunidad” a la imputada.
Conforme a las declaraciones de Rodríguez, el inicio de las Sesiones Ordinarias del Concejo funense, el pasado 4 de marzo, fueron abiertas a todo público, por lo que el papá del chico decidió ir para pedirle a las autoridades locales explicaciones sobre lo que pasó con su hijo. En ese sentido, aseguró que fue secuestrado durante dos horas para que no pudiese acercarse al intendente de la localidad.
“Todo esto terminó con mi privación de la libertad. Me tiraron al piso tres policías y no me dejaron entrar. Me metieron en un auto polarizado, se metieron ellos, se sacaron el chaleco y me llevaron lejos durante casi dos horas y medias. Me privaron de mi libertad, porque había orden del intendente”, declaró.
Por ese suceso, Rodríguez denunció a la Municipalidad de la localidad vecina. Hace poco, contó que estuvo reunido con el Fiscal General de Santa Fe, Jorge Baclini. El papá del nene aseguró que el funcionario “se sorprendió” por toda la investigación y los hechos derivados a partir de la muerte de su hijo.
