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jueves 25 de abril del 2024

El origen del conflicto entre Corea del Norte y Estados Unidos

Por Matías Gregorio

Días atrás, se conocieron los dichos del canciller norcoreano afirmando que Donald Trump “declaró la guerra” contra Corea del Norte en referencia a las declaraciones del presidente norteamericano que amenazó con “destruir completamente” al país asiático. Las tensiones entre ambos países aumentan cada vez más y el mundo mira con preocupación la posibilidad de una guerra nuclear entre dos potencias bélicas.

Pero, ¿Cuál es el origen de este conflicto? ¿Cómo se relaciona con las guerras del pasadoLa relación entre ambos países tiene un largo recorrido. Pero a diferencia del pasado, tanto Donald Trump como el líder norcoreano Kim Jong-un, están demostrando no tener la paciencia de sus antecesores.

Desde principios del siglo XX, la península de Corea ha sido pretendida por grandes naciones. Primero, el territorio perteneció a Japón. Luego, cuando Estados Unidos vence al país asiático en la Segunda Guerra Mundial, decide que esta tierra sea dividida en dos para repartírsela entre sus aliados. Una mitad quedó controlada por Rusia y la otra, por los propios norteamericanos. Pero en 1948, Rusia salió de Corea del Norte tras establecerse un partido comunista con el líder Kim il-Sung.

Por su parte, en el sur gobernaba el presidente Syngman Rhee, aliado de Estados Unidos y de política nacionalista, conservadora y anticomunista. Ambos mandatarios se declararon presidentes legítimos de toda Corea, tanto de la región sur como de la región norte, lo que llevó a un inevitable enfrentamiento.

Primer round:

Cuando estalló la Guerra de Corea en 1950, en menos de cuatro meses Norcorea invadió el sur arrinconando a lo que quedaba del ejército surcoreano en el sur de la península. Al ver que Corea del Norte (ayudada por China en el comienzo de la Guerra Fría) podía caer en manos de los comunistas, Estados Unidos acudió a la ONU. Allí, se aprobó por unanimidad la intervención militar de la ONU en Corea.

Estados Unidos lanzó 635.000 toneladas de bombas en Corea, sin contar 32.557 toneladas de napalm. En las últimas etapas de la guerra los bombarderos estadounidenses destruyeron presas hidroeléctricas y de riego, lo cual inundó tierras agrícolas y destruyó cultivos. Por esto es que la maquinaria propagandística de Corea del Norte apunta siempre contra los norteamericanos, con palabras como «imperialista,» «agresor» y «hostil». A los niños norcoreanos se les enseña desde temprana edad que los «lobos americanos» son astutos y maliciosos, y quieren matarlos.

Después de tres años de guerra con casi dos millones de víctimas, se firmó un armisticio, acordando crear una zona desmilitarizada entre las dos coreas, pero nunca se firmó un tratado de paz.

Época post guerra:

Luego de un largo periodo, Estados Unidos sacó sus armas del sur en 1991. Ya en 1985, Corea del Norte había firmado un tratado en el que se comprometía a no tener fuerza nuclear y en 1992, ambas Coreas firmaron un documento similar. Sin embargo, en 1993, las agencias de inteligencia americanas encontraron signos de que Norcorea estaba desarrollando su primera arma nuclear.

A pesar de esto, hubo una época de relativa tranquilidad entre 1994 y el 2002. Sin embargo, en la era Bush volvieron a subir las tensiones. En 2002, el presidente americano consideró a Corea del Norte dentro de lo que llamó “El Eje del Mal”.

Estas complejas relaciones diplomáticas continuaron hasta la muerte de Kim Jong-Il (hijo y sucesor de Kim Il-Sung), en diciembre de 2011. Su hijo, Kim Jong-Un (nieto del primer líder), con apenas, 27 años tomó el poder. De repente, todo pareció tomar cierta calma, ya que permitió la entrada de inspectores internacionales, prometió acabar con las investigaciones de armas nucleares y el gobierno de Barack Obama mandó a Norcorea toneladas de alimento.

Nuevos dirigentes, viejos problemas:

Pero todo fue una gran fachada. Bajo el régimen de Jong-Un, Corea del Norte ha realizado el doble de pruebas militares que en los últimos diez años del régimen anterior. Además, han estado construyendo una compleja red de túneles por debajo de su territorio. En caso de un ataque nuclear, lo utilizarían de refugio. Ante estas medidas, Donald Trump no tardó en reaccionar y comenzó a amenazar al país asiático. Desde ese entonces, se reavivó la disputa internacional que se acerca cada vez más a una guerra terrorífica.