El Ministerio de Salud de Santa Fe resaltó la importancia de la vacuna contra la fiebre hemorrágica argentina
Después de conocerse durante esta semana el fallecimiento de un hombre oriundo de Funes que trabajaba en campos santafesinos y de Santiago del Estero, quien padecía un cuadro de fiebre hemorrágica argentina y se desconoce dónde contrajo la enfermedad, las autoridades recordaron la importancia de la aplicación de la vacuna.
Esta vacuna es parte del calendario oficial, y de aplicación gratuita en efectores públicos, ya que Santa Fe es zona endémica de la enfermedad. Su aplicación requiere una sola dosis para estar protegido y es gratuita para personas de entre 15 y 65 años.
Por ello, el Ministerio de Salud provincial recordó que la vacuna Candid #1 es la manera más eficaz de protegerse de la fiebre hemorrágica argentina, la cual “afecta a una región del país que abarca al sur de la provincia de Santa Fe, sur de Córdoba, el norte de La Pampa y el noroeste de Buenos Aires”.
La enfermedad, también conocida como “el mal de los rastrojos”, causa el virus Junín y puede afectar principalmente a personas que trabajan, viven o visitan el campo o estuvieron en contacto con sitios invadidos por roedores del campo que eliminan el virus en su saliva y orina.
Los síntomas que presenta la fiebre hemorrágica argentina se inician con cuadro de fiebre, decaimiento y dolor de cabeza. Luego, pueden presentarse dolores musculares, de articulaciones, detrás de los ojos, mareos, náuseas y vómitos. Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas es importante consultar al médico y/o dirigirse al centro de salud más cercano.
Además de la vacunación, el Ministerio de Salud dio una serie de recomendaciones:
- Mantener una higiene cuidadosa, principalmente de las manos y cambio de ropas, cada vez que se hayan frecuentado zonas con roedores.
- No introducir tallos, hojas o granos en la boca.
- No acostarse sobre bolsas o en el suelo.
- Comer y dormir en habitaciones limpias.
- Usar calzado cerrado.
- Mantener desmalezados los alrededores de la vivienda para evitar que las lauchas se acerquen a ella; disponer de lugares libres de maleza para los juegos de niños.
- No destruir la fauna de depredadores de roedores, tales como lechuzas, lechuzones, chimangos y gatos.