El doble crimen de barrio Alvear dejó una certeza y muchas preguntas para el fiscal de Homicidios Ademar Bianchini. Tiene muy claro que a Luciano C. y Bienvenida C. los mataron de rebote. Sus verdugos buscaban a David —que no estaba en el lugar— y cargaron contra su suegro y la abuela de su pareja. El presunto blanco de los tiros llevaba pocos días en la calle, luego de purgar una condena en un penal de la provincia por una causa que no fue ventilada. Pero los pesquisas no saben nada sobre los motivos del ataque.
El silencio de la noche cálida del barrio Alvear se sacudió a eso de la 1.20 cuando un grupo de muchachos llegó en un Fiat Punto rojo a Constitución al 4300 y, sin dudar, irrumpió en una casa de la cuadra. Bianchini no tiene claro si abrieron la puerta de aluminio a las patas o a los tiros. Cuando él llegó, las aberturas estaban destrozadas.
Por lo que pudo establecer el investigador, los atacantes ingresaron a la vivienda a cara descubierta y dispararon sobre todo lo que se movía. Incluso, tal vez, persiguieron por el lugar a las dos víctimas fatales, que fueron halladas en un antebaño, con múltiples heridas de arma de fuego. En el lugar, peritos de la Policía secuestraron gran cantidad de vainas. Los vecinos aseguran que se gatillaron, por lo menos, 35 plomos.
La Policía llegó rápido; no tardó más de 5 minutos. Cuando ingresó al domicilio Luciano aún respiraba, pero al llegar la ayuda médica el hombre ya no tenía signos vitales. Debajo de una cama los uniformados hallaron a Luciana —hija y nieta de las víctimas— y a su pequeña hija de 5 años escondidas.
En medio del shock del ataque, la sobreviviente le explicó a los investigadores que los tiros no estaban dirigidos para su papá y su abuela, sino que eran un mensaje para David, su novio al que fueron a buscar y no encontraron.
Los pesquisas no pueden asegurarlo, pero en off the record todos coinciden en que la balacera responde al típico ataque vinculado a las estructuras del narcotráfico, donde los sicarios, al no poder encontrar a la persona que pretendían ajusticiar, mataron a todos los que se cruzaron en su camino.
Horas después del doble homicidio, el vehículo en el que se movían los verdugos fue encontrado abandonado a pocas cuadras de la escena del crimen.
Tres datos
* David, el presunto blanco de la balacera, estuvo preso hasta hace pocos días en una cárcel de la provincia por motivos que no fueron ventilados por la Justicia.
* Luciana, la pareja de David, dijo que el muchacho tenía una fuerte disputa con un joven que identificó como «Z».
* Momentos antes del ataque de calle Constitución hubo un fuerte tiroteo en San Nicolás al 5300 que, según fuentes del Ministerio de Seguridad, está estrechamente relacionado con los crímenes posteriores.