Las boletas del cuarto período de Litoral Gas empezaron a llegar a las casas de los rosarinos y con eso, la preocupación por el alto precio de sobrevivir al invierno. Esto es la sorpresa del impacto de los últimos aumentos. Las denuncias de los usuarios indicaron subas de más de un 350% en el servicio.
Juan Milito, de la Multisectorial contra el Tarifazo, estimó que el principal efecto será en las casas particulares. “Va a ser muy duro socialmente”, advirtió. Según Marcos Aviano, uno de los referentes de las asociaciones de defensa al consumidor, «en 2019 el país estará pagando la tarifa de gas más cara del mundo». Incluso se pronunció el defensor del Pueblo, Raúl Lamberto, quien enfatizó la necesidad de que los aumentos sean “accesibles, razonables y proporcionados”.
“Una cosa es lo normativo y otra cosa es lo real. Si uno se queda solamente con el porcentaje de aumento que se aplicó en los cuadros tarifarios anteriores, se estaría hablando de un 29%. Pero comparando las boletas del mismo período del año pasado, el aumento es de un 150% aproximadamente”, explicó Marcos Aviano, del Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac), a Radio Mitre Rosario.
Y agregó: «Estamos en el período más frío del año, viendo cómo se encarecen los servicios y se dolariza la tarifa. En el horizonte se ve que en 2019 vamos a pagar la tarifa más cara del mundo». Aviano advirtió además que en noviembre de este año se viene un nuevo aumento en el servicio de gas, que se va a sentir poco en verano pero que, como ahora, impactará con fuerza después.
Para Milito, estos aumentos se sienten en varios aspectos. Por un lado, en los comercios de todo tipo como los gastronómicos por ejemplo, aunque también remarcó el caso de una residencia estudiantil que en el mismo período tuvo una diferencia del costo de 15 mil pesos. «Esto se siente en el poder adquisitivo para el consumo», aclaró. Sin embargo, consideró que el mayor impactó va a ser en las casas particulares, donde las boletas recién están llegando.»Va a ser muy duro socialmente», lamentó.
La Defensoría del Pueblo de la Provincia difundió, en este marco, un comunicado en el que señaló el cúmulo de aumentos en los últimos años, alegando, además, que la denuncia del pago de los cinco aumentos juntos ya se había hecho en la audiencia pública de 2016. Así, y según determinaron, el primer aumento en la tarifa del gas fue decretado en 2014, pero se suspendió por una medida cautelar presentada. En junio de 2015, un fallo de la Justicia aprobó la aplicación de dicho aumento, que se sumó a un incremento aplicado en el mismo año.
El tercer aumento es el monto que se incluye en las boletas como retroactivo de lo que no se cobró mientras estuvo vigente la medida cautelar. Una cuarta suba se determinó en 2016 y generó diversas presentaciones que culminaron con el fallo de la Corte de agosto de ese mismo año que declaró su nulidad. Pero en virtud de ese fallo se llamó a Audiencia Pública y finalmente se aplicó el aumento en el mes de octubre. La quinta y última suba, hasta el momento, se aplicó en abril de este año y empieza a llegar en estas semanas a las casas de los contribuyentes.
Al respecto, Lamberto hizo hincapié en la necesidad de que los aumentos sean “accesibles, razonables y proporcionados». Y concluyó: “Lamentablemente, las consecuencias se pueden observar en la actualidad con facturas exorbitantes que escapan a toda luces a las exigencias de proporcionalidad, racionabilidad y gradualidad requeridas por la Suprema Corte de Justicia y con valores del gas en boca de pozo que se encuentran judicialmente controvertidos en la actualidad. Esta situación se podría evitar dotando a las Defensorías con recursos técnicos e información necesaria para evaluar los costos presentados por las empresas”.