Las más crueles consecuencias que puede traer el coronavirus quedaron de manifiesto en la historia de Ahmad Ayyad, un atleta de 40 años que tras contagiarse la enfermedad estuvo 25 días en coma inducido. Perdió 27 kilos, gran parte de su masa muscular y sufrió daños en su corazón y pulmones.
Trabajada en el negocio familiar de muebles en Washington, Estados Unidos, y estaba en plena forma antes de caer enfermo por Covid-19: competía en carreras de obstáculos y participaba en clases de baloncesto y boxeo. Pese a ello, la pandemia lo atacó vorazmente y casi acaba con su vida.
Los primeros síntomas que tuvo Ayyad fueron similares a los de la gripe. Luego, además de presentar fiebre, comenzó a sentirse cansado y tener dificultades para respirar. Es por esto que decidió acercarse al Hospital Sibley Memorial, donde le dio positivo de coronavirus e influenza. Cuando empeoró su capacidad respiratoria, fue trasladado al Hospital Johns Hopkins, donde se convirtió en el tercer paciente en tener que utilizar un respirador.
