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martes 23 de abril del 2024

El Gobierno aprobó la fusión entre Cablevisión y Telecom

El Gobierno le dio el visto bueno final a la fusión entre Telecom y la operadora de cable Cablevisión, cuyos principales accionistas son los mismos que los del Grupo Clarín.

La decisión la tomó la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, a cargo de Esteban Greco, que concluyó el proceso que ambas compañías habían iniciado en junio del año pasado. Según estimaciones de especialistas, la operación le da origen a la mayor compañía de telecomunicaciones de la región.

La aprobación llegó con la obligación de desinversiones. Por un lado, Telecom deberá devolver 80 MHz de espectro.

«La fusión habría generado problemas de competencia en localidades donde Cablevisión y Telecom eran las únicas empresas con despliegue de red fija. Por esa razón, la empresa fusionada se debe desprender de 143.464 clientes de ese servicio en 28 localidades de cinco provincias: Córdoba (incluyendo la capital), Buenos Aires, Entre Ríos, Misiones (incluyendo Posadas) y Santa Fe. Esta cifra representa el 9% del total de clientes residenciales de Arnet y una facturación anual de aproximadamente 500 millones de pesos», reconoció la CNDC.

Al tema también se refirió el presidente Mauricio Macri. «Es importante que se lance una competencia clara entre operadores telefónicos para que mejore el acceso y la conectividad a Internet», señaló anoche. El Presidente mencionó el tema durante un evento del IAE Business School de la Universidad Austral, al que acudieron más de 1000 empresarios exalumnos de esa universidad.

El dictamen de la CNDC, de cerca de 200 páginas, analiza los mercados y establece limitaciones a la operación de fusión que «garanticen el cuidado de los derechos del consumidor y que, en línea con las tendencias internacionales, promuevan las inversiones y el desarrollo tecnológico del sector. En definitiva, impone obligaciones y realiza recomendaciones en cuatro planos: desinversión, ofertas comerciales, disponibilidad de la red y espectro», según un comunicado difundido por el Ministerio de Producción, a cargo de Dante Sica.

Además, para «evitar las ventajas» de ser el primer operador en ofrecer el servicio de cuádruple play, la CNDC obligó a la empresa fusionada a evitar empaquetar sus servicios por un plazo que puede ser de seis o doce meses, según la región.

Ahora, la nueva compañía está mejor posicionada para competir en el negocio del cuádruple play, que consiste en llevar a los consumidores telefonía fija, móvil, internet y televisión a través de un mismo prestador.

Cablevisión Holding pertenece a los hijos de Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto, José Aranda y Lucio Rafael Pagliaro (son los mismos accionistas mayoritarios de Clarín, pero la compañía se escindió del Grupo). Esa empresa tiene el 60% de Cablevisión. El restante 40% de la prestadora de cable está en manos de Fintech, el fondo que conduce David Martínez, que a su vez tiene más del 40% de Telecom.

Algunos especialistas temen que la fusión entre ambas compañías disminuya la competencia en el sector porque habrá menos jugadores en el mercado, algo que desde las empresas fusionadas negaron.

En paralelo, el Gobierno intenta abrirles a las telefónicas parcialmente la puerta para que puedan brindar servicios de televisión satelital, una herramienta que podría favorecer la competencia con el gigante recientemente creado. A mediados de esta semana, tuvo dictamen en el Senado el proyecto de ley del Poder Ejecutivo para habilitar esa alternativa. En la Casa Rosada estiman que el miércoles próximo la ley tendría media sanción.

El Ministerio de Modernización, que maneja Andrés Ibarra, cree que la norma «fomenta que los prestadores de estos servicios realicen acuerdos voluntarios para el uso compartido de infraestructura, es decir, cualquier recurso que utilicen para el despliegue de sus servicios, para estimular tanto la competencia como la inversión». En diciembre del año pasado el Enacom, el ente de control del negocio de telecomunicaciones, aprobó la fusión, que terminó de concretarse ayer.

Un inversor que tuviera acciones del grupo Clarín en enero de 2012, en plena pelea de la compañía con el gobierno de Cristina Kirchner, y las hubiera mantenido hasta la actualidad, teniendo en cuenta los cambios societarios que se produjeron en el interín, obtuvo una ganancia del 3074%, según el cálculo hecho en una sociedad de Bolsa consultada.

Fuente: La Nacón