El gobierno nacional avanza con la primera privatización de la era Javier Milei. El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció que la metalúrgica IMPSA será adquirida por la empresa estadounidense ARC Energy. 

El funcionario comunicó la noticia mediante una publicación en su cuenta de la red social X, donde felicitó “el trabajo en equipo de Juan Pazo, Pablo Lavigne y el gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo”.

La firma norteamericana asumirá el control de la histórica empresa, con una inversión que alcanza los 27 millones de dólares “en concepto de aporte de capital, sujeto a un cronograma de integración de acuerdo con las necesidades de la empresa”.

Además, la firma deberá renegociar la deuda de IMPSA, que supera los 570 millones de dólares, con entidades como el Banco Nación, el BICE y el BID, antes de formalizar el contrato de compra-venta. En este sentido, ARC Energy pidió un plazo hasta el 31 de enero para lograr el refinanciamiento.

A través de un comunicado, desde el Ejecutivo destacaron que la única oferta presentada mejoró significativamente durante el proceso de negociación. La Agencia de Transformación de Empresas Públicas, junto con el Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep) y el gobierno de Mendoza, evaluaron y aprobaron la propuesta.

IMPSA, conocida por su participación en proyectos estratégicos como la represa Yacyretá, las centrales nucleares gestionadas por Nucleoeléctrica y operaciones en Vaca Muerta, emplea actualmente a 660 trabajadores. En Mendoza, la expectativa es que la privatización revitalice las operaciones de la empresa y potencie su capacidad productiva.

La metalúrgica había sido estatizada en 2021 durante la gestión de Alberto Fernández, cuando el Estado adquirió el 63,7% de las acciones, mientras que Mendoza obtuvo el 21,2%. El resto de los accionistas incluye acreedores y la familia Pescarmona, antiguos propietarios de la firma.

El proceso de privatización, iniciado en octubre pasado, tuvo algunos retrasos debido a condiciones planteadas por ARC Energy, como la renegociación de contratos con empresas estatales como YPF y el Ministerio de Defensa. Sin embargo, el Gobierno considera que la operación garantiza la viabilidad financiera y operativa de IMPSA, permitiendo su reactivación en un contexto de desafíos económicos.