Podrá indignar a varios, caerle pésimo a algunos o muy bien a otros, pero lo cierto es que a falta de 12 partidos para que finalice la presente temporada se confirmó que habrá dos descensos en vez de tres y regresará la Promoción, que se jugará con un equipo de la Primera Nacional. Los cambios sobre la marcha en el fútbol argentino no sorprenden a nadie.
Resulta que la historia de AFA está repleta de modificaciones reglamentarias no solo de un torneo a otro o en cuanto a formato de los mismos, sino que este tipo de papelones ya con el campeonato en plena disputa son moneda corriente. No puede llamarle la atención a nadie que esto suceda.
Uno de los principales ejemplos, de los más recordados y que terminó beneficiando a un club de la ciudad, fue el del torneo de 1964 cuando en la reestructuración del 9 de abril se decidió suspender los descensos y eso impidió que Newell’s perdiera la categoría tras una pésima campaña en la que culminó en la última posición.
La Lepra volvió a Primera tras ganarle a la AFA un juicio por la situación que se dio en 1961 cuando se había consagrado campeón de la B pero se le privó el ascenso por haberlo vinculado en una causa de incentivación. Finalmente, los directivos rojinegros de la época lograron demostraron que no tuvieron participación en estos hechos y se resolvió darle nuevamente su lugar en la élite, contando con la fortuna de la eliminación de los descensos en su primera temporada tras el retorno.
Poco después, en 1966, dos equipos iban a descender por promedio. Colón, Quilmes y Chacarita peleaban por permanecer en Primera y a dos fechas del final del torneo, el interventor de la AFA, Valentín Suárez, suprimió provisoriamente los descensos. Luego presentó la reestructuración para 1967: Metro, Nacional, Reclasificación y Promocional. El primero con la participación de 22 equipos, los 20 de 1966 más dos de la B.
Otra eliminación de los descensos con la temporada en marcha sucedió en 1973 y se repitió en 1974. En este caso fue All Boys y Ferro fueron los que se vieron beneficiados, porque habían perdido la categoría, pero en calle Viamonte fueron por otra increíble determinación.
Más acá en el tiempo, hubo que estar muy atentos a la letra chica sobre dos temporadas consecutivas: la 2012/13 y la 2013/14. Se determinó que los campeones de cada torneo corto jueguen una final para definir quién se quedaba con el título de la Copa Campeonato. Lo curioso fue que en ambos casos, en plena disputa, se cambió en varias ocasiones lo que respecta acerca de si la estrella era oficial o no.
Finalmente, en ambos casos se contabilizó como un título más para los ganadores, que resultaron ser Vélez, que venció 1-0 a Newell’s en Mendoza en 2013, y River, que superó también por la mínima a San Lorenzo en 2014 en San Luis.
Cuando se piensa que ya se vio todo en cuanto a desprolijidades del fútbol argentino, siempre puede haber algo superador como por ejemplo lo que sucedió para definir un boleto a la Copa Libertadores 2015. Vélez había quedado en la primera colocación de la tabla general de la temporada 2013/14 con 61 puntos, misma cantidad que Boca pero mejor diferencia de gol, por lo que se había metido al principal torneo internacional del continente y el Xeneize a la Sudamericana 2014, torneo que disputó y cayó en semifinales ante River, que luego fue campeón (primer conquista de Marcelo Gallardo).
En una gestión que encabezó el ex presidente del club de la Ribera, Daniel Angelici, y que contó con el visto bueno de AFA, se le dio forma a un supuesto vacío legal y como ambos equipos igualaron en la primera posición, hubo un desempate en enero de 2015 en Mar del Plata el cual ganó Boca 1-0 para meterse en la Libertadores y dejar a Vélez sin nada. Lo cierto es que, hasta ese papelón que benefició al más poderoso, los desempates solamente eran para definir al campeón.
Y para dejar en claro que esta historia de cambios insólitos con los torneos empezados no solamente es propiedad de la máxima categoría, sucedió en diciembre de 2018 cuando se modificó la cantidad de ascensos de la B Metro, que pasaron a ser 7, pero 5 de la zona metro y solo dos del Interior, situación que provocó el enojo de muchos clubes del torneo Federal y de la Primera C (de 2 a 3).
Ahora, mientras Tapia y compañía le dan forma a la nueva AFA que en definitiva es como volver a los vicios de la vieja AFA o quizás siempre fue la misma, la presente temporada sumará un capítulo más de cambios desprolijos e irregulares. Dos equipos a la Primera Nacional, la vuelta de la Promoción y el hecho de mantener 24 clubes en Primera, cuando hasta hace muy poco estaban convencidos de bajar la cantidad hasta 22 o 20.
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