Leonardo David Sena fue condenado este miércoles por la justicia uruguaya a 27 años y 6 meses de prisión por el femicidio de la adolescente argentina Lola Chomnalez, que fue asesinada en una playa de Barra de Valizas, en Uruguay en diciembre del 2014.
Al femicida lo encontraron culpable de «homicidio muy especialmente agravado» y el juez Juan Giménez Vera le estableció una pena de 27 años y 6 meses de prisión, por su nivel de peligrosidad; por sus antecedentes en los que aparecen condenas anteriores por lesiones personales en 2003 y violación en 2009; y por haber enterrado el cuerpo de la víctima luego de haberla asesinado.
El sujeto estaba procesado con prisión preventiva por el caso desde el 2022, cuando la policía uruguaya lo apresó en la localidad de Chuy, en la frontera entre Brasil y Uruguay, en calidad de sospechoso principal por el asesinato de Lola Chomnalez. La pistas que llevaron hacia su persona se deben a un cotejo de ADN que dio positivo con respecto a la sangre hallada en la escena del crimen.
Mientras estaba detenido, el femicida había declarado que era inocente y que no había tenido nada que ver con el asesinato de la muchacha. Sólo se limitó a afirmar que estuvo en lugar de los hechos para robarle la mochila. En ese sentido, aclaró que la presencia de muestras de ADN encontradas en la mochila de la adolescente, se debían a que antes del «robo», se había cortado la mano y que por tal motivo su sangre se encontró en el caso.
Los fiscales calificaron su relato como inverosimil, porque no sólo habían encontrado su sangre en la mochila, sino que también estaba mezclada con el de Lola Chomnalez. En ese marco, el abogado de la familia de la víctima, Jorge Barrera, se refirió al relato de acusado, y sentenció: «No explica cómo es que estaban ambos ADN cruzados».
También precisó que al principio, las investigaciones del adn que estaba mezclado con el de la joven no arrojaron ningún resultado más que sólo coincidencias. Hasta que a raíz de distintas pruebas y descartes a través de estudios que comparaban distintas muestras de ADN, lograron llegar a un familiar del asesino que permitió llegar a Sena.
