Los vecinos de Puente Gallego están acostumbrados a padecer la falta de luz, una problemática histórica del lugar, que, sin embargo, se agudiza en el contexto de la pandemia por el coronavirus y trae como correlato la falta de presión de agua. Hace más de una semana que 8 mil personas que viven allí no cuentan con el servicio de energía. En el barrio, ubicado en el corazón de la zona sudoeste de Rosario, funcionan tres comedores que sirven comida a decenas de personas en situación de vulnerabilidad dos veces por semana, cuya función social se halla severamente afectada por la falta de respuesta de las autoridades.
En el barrio, ubicado en Ovidio Lagos al 7500, viven unas 20 mil personas, de las cuales cerca de ocho mil se encuentran sin el servicio eléctrico desde hace más de una semana. La oscuridad se apodera de la zona y trae como consecuencia la disminución de la presión de agua. Un combo fatal para transitar el aislamiento social, preventivo y obligatorio. La realidad cotidiana de los vecinos es dramática. Llevan mucho tiempo exigiendo respuestas a la EPE, los gobiernos municipales y provinciales sin resultados.
Rosario Nuestro habló con la presidenta de la Vecinal Sargento Cabral de Puente Gallego, Carina Ríos, quien pormenorizó en el alarmante panorama, donde las necesidades marcan el pulso cotidiano. “En los cuatro años que llevo en la vecinal tuvimos un sinfín de reuniones con la EPE y con la gente de la provincia y la Municipalidad. Llega el calor y no tenemos luz porque hace calor y llega el invierno y no tenemos luz porque hace frío, así de simple”, contó.
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“Este es un barrio muy popular de Rosario, tenemos el 80 por ciento que trabajan del horno de ladrillos, son gente humilde, trabajadora y no todos tienen gas natural. Tenemos diez manzanas que llevan 9 días sin energía eléctrica o con la luz muy baja que ni siquiera enciende una lamparita”, continuó y agregó: “Acá tenemos 20 mil habitantes, así que tenemos unas 7 u 8 mil personas sin energía eléctrica, están a oscuras, no tienen heladera porque se le han roto, la gente acá está padeciendo la cuarentena. Acá vivimos con el día a día”.
Con la impotencia por la inacción de las autoridades, las opciones para hacerse escuchar se van agotando. “Les dije a los vecinos que cualquier medida que quieran tomar está bien, porque ya no tengo donde reclamar, si no es por falta de personal es por falta de recursos, sino es por falta de voluntad de alguien que esté a cargo es por decisión política. Hace 37 años que padecemos la oscuridad, cada invierno es terrible tener que ver a un señor que vino a esta vecinal a pedir un plato de comida, se vaya y se pierda en la oscuridad”, señaló Carina.
“Cuando nos atienden nos dicen que acá no hay clientes, pero Puente Gallego era una zona de quintas y hoy tenemos 20 mil habitantes. Un montón de gente vino de la ciudad a hacer su casa acá en busca de tranquilidad, hoy nos encontramos con un barrio totalmente poblado y con familias que no tienen servicios tan básicos como luz y agua”, manifestó la representante vecinal, que explicó la modalidad de trabajo de los comedores: “Nos encontramos todos los días a las 2 de la tarde, acá en esta vecinal se cocinan dos veces por semana, y tenemos otros dos comedores donde damos la leche y la comida dos veces por semana. No queremos exponer a los vecinos que está pasando hambre que tenga que cruzar todo un barrio con una olla de comida para que el otro lo esté viendo».
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Por último, repasó la lucha colectiva que encabeza junto a otros vecinos desde que se puso al frente de la organización. “Antes de ser vecinal, éramos una ONG llamada ‘Vecinos unidos’ y después hicimos la personería jurídica y al tiempo ganamos la vecinal. No queremos exponer más al hombre que no puede ir a laburar y no puede darle un plato de comida a su familia. Con la falta de luz o agua es muy difícil llevar esto adelante, hay un montón de gente que te dice que vayamos a cortar la ruta, a prender gomas, que vamos a tener más calor arriba de Ovidio Lagos prendiendo un montón de cubiertas que en nuestras casas. Es terrible lo que estamos padeciendo, ya no sé a quién reclamarle. Parezco un loro repitiendo que este barrio necesita un plan de obras que incluya todo el Puente Gallego”.
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