El día que el Papa Francisco le habló a Rosario ante la ola de violencia: "El temor siempre aísla y paraliza"
En marzo de 2024, en el marco de la serie de crímenes y balaceras que paralizaron la ciudad, el Sumo Pontífice se dirigió a los rosarinos mediante un video.
El fallecimiento del Papa Francisco este lunes continúa resonando en el mundo y reflota en el recuerdo de los rosarinos una de las intervenciones más significativas del Sumo Pontífice hacia la ciudad.
En marzo de 2024, Rosario registró una ola de violencia marcada por asesinatos a trabajadores en la calle y balaceras en distintos puntos. Entre los hechos de mayor impacto en la sociedad aparecen los crímenes de los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano, el colectivero Marcos Daloia y el playero Bruno Bussanich.
Es así como el 26 de marzo del año pasado, el máximo representante de la Iglesia Católica se refirió a la situación de la ciudad ante el mundo con un comunicado en un video.
El argentino se sentó frente a la cámara y expresó: “En un momento de crisis como el que vive Rosario comprendemos la necesidad de la presencia de las fuerzas de seguridad para llevar tranquilidad a la comunidad, no obstante sabemos que en el camino de la paz se deben transitar respuestas complejas e integrales con la colaboración de todas las instituciones que conforman la vida de una sociedad”.
Luego, Francisco señaló: “Es necesario fortalecer la comunidad, todo pueblo tiene en sí mismo las herramientas para superar aquello que atenta su propia integridad. Nadie de buena voluntad puede sentirse o ser excluido de la gran tarea de que Rosario sea un lugar en el que todos puedan experimentar ser hermanos”.
“Sin complicidades de un sector del poder político, policial, judicial, económico y financiero no sería posible llegar a la situación en la que se encuentra Rosario, es necesario rehabilitar la política, que es una altísima vocación. Todos los sectores políticos están llamados a transitar el gran camino del consenso y del diálogo para generar leyes y políticas públicas que acompañen un proceso de recuperación del entramado social”, apuntó el Papa.
De igual manera, el Sumo Pontífice le advirtió a la sociedad rosarina que “nadie se salva solo” y puntualizó: “Aún en los barrios privados se puede encontrar la inseguridad y la amenaza del consumo para los propios hijos. La paz es una empresa que exige de la creatividad y el compromiso de todos aquellos que tienen el nombre de emprender e invocar”.
“Dado que en todo sistema mafioso los pobres son material descartable, los invito a usar esfuerzos para que el Estado y las instituciones intermedias puedan brindar espacios comunitarios en los barrios vulnerables”, profundizó el Sumo Pontífice.
Por último, Francisco afirmó que “el temor siempre aísla y paraliza” y concluyó su mensaje: “Queridos hermanos rosarinos, estoy cerca de ustedes. La Virgen del Rosario intercede día y noche por todos sus hijos, sobre todo como suelen hacerlo las mamás, con diligencia especial porque hay mayores fragilidades. Que Dios los bendiga, un abrazo”.
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