Víctor Manzanares, el contador histórico del matrimonio Kirchner, ingresó en las últimas horas al programa de protección de testigos e imputados colaboradores, luego de confesar en la causa de los cuadernos del chofer Oscar Centeno por el pago de sobornos durante el kirchnerismo.
Fue tras un pedido hecho ante el Ministerio de Justicia, luego de declarar como arrepentido y expresar temor por su seguridad, más aún porque comparte el penal de Ezeiza con muchos exfuncionarios kirchneristas y empresarios procesados por sobornos.
Días atrás, el fiscal Carlos Stornelli remarcó que la declaración de Manzanares es «una de las más importantes de toda la causa de los cuadernos» porque el contador había dado detalles del paradero del dinero.
«Es una declaración que duró dos jornadas y es probable que se amplíe, pero ya tenemos lo suficiente por haber firmado el acuerdo. Es una declaración muy ilustrativa que hace un gran aporte, incluso con la admisión de su propia participación y responsabilidad», subrayó el fiscal.
Por otro lado, Stornelli aclaró que «la declaración de un arrepentido» figura en la que aspira ser encuadrado el detenido excontador de los Kirchner, «no se convierte en prueba hasta que el juez no la homologa», por lo que el funcionario del Ministerio Público Fiscal precisó que «hay que esperar un poquito».
De este modo, el Stornelli manifestó que la declaración de Manzanares constituye «un relato de cómo era el mecanismo de recaudación y de lavado», e incluso la definió como «una de las declaraciones más importantes» de las brindadas hasta el momento en la causa de los cuadernogate.
