La recomendación para su uso en niños debe estar fundamentada, teniendo en cuenta las necesidades nutricionales de cada edad y otros factores.
El doctor Braian Cavagnari detalla los principales aspectos a tener en cuenta para una ingesta segura.
Los edulcorantes no calóricos como reemplazo del azúcar
Los edulcorantes no calóricos (ENC) son aditivos alimentarios que pueden agregarse a las comidas y bebidas -generalmente en reemplazo de azúcar- permitiendo así disminuir el contenido calórico, pero manteniendo la palatabilidad y el sabor dulce. Como tienen una potencia edulcorante varias veces superior a la de la sacarosa (azúcar de mesa), el sabor dulce se obtiene añadiendo solo una muy pequeña cantidad. De esto se desprende que la cantidad de ENC y de sus metabolitos absorbidos, metabolizados o excretados también será muy baja en comparación con la de los edulcorantes calóricos, como el azúcar.
Seguridad de los edulcorantes no calóricos
De acuerdo con el Consejo Argentino sobre Seguridad de Alimentos y Nutrición (CISAN) la Ingesta Diaria Admisible (IDA) se define como la cantidad de un aditivo alimentario -en miligramos por kilo de peso corporal- que puede consumirse diariamente, durante toda la vida, sin apreciarse ningún riesgo para la salud.
Su determinación no solo involucra a la población general, sino también a los grupos más vulnerables como lactantes, niños y mujeres embarazadas.
Es importante destacar que el consumo de ENC dentro de la IDA de cada uno de ellos no conlleva ningún riesgo de toxicidad.
Edulcorantes no calóricos en pediatría: ¿qué dice la evidencia?
Si bien las discusiones sobre la seguridad de los ENC parecen estar saldadas desde el punto de vista toxicológico, también es cierto que desde el punto de vista clínico, su uso debe estar debidamente fundamentado, como por ejemplo ante la necesidad de restringir el consumo de azúcares libres.
Al día de hoy, no hay evidencia de calidad sobre el impacto que podría tener el consumo de ENC en niños sanos, desde la niñez hasta la edad adulta, en la salud metabólica del adulto.
Esta ausencia de evidencia se da por varias razones.
Se requieren más estudios
- No hay suficientes datos sobre las tendencias actuales de consumo.
- El 83% de los estudios incluye solamente bebidas, sin considerar a los alimentos que contienen ENC.
- La mayoría de los estudios no suele discriminar el tipo de ENC utilizado.
- No hay muchos estudios bien diseñados (ensayos clínicos controlados aleatorizados) que evalúen la exposición temprana a los ENC.
- La mayoría de los estudios utiliza el auto informe (o el informe de los padres) para evaluar la ingesta, lo que brinda poca precisión para evaluar los productos que contienen ENC.
“Por lo expuesto, por el momento no se dispone de evidencia de calidad sobre el impacto que podría tener el consumo de ENC a largo plazo desde la infancia, sobre la salud metabólica en la edad adulta. Esto lleva a que haya pocas recomendaciones explícitas sobre el consumo de ENC en los niños, muchas de las cuales parecen incluso contradictorias” detalla el doctor Cavagnari.
A modo de ejemplo, el Instituto de Medicina de los EE. UU. no apoya el uso de ENC en los niños porque considera que las bebidas endulzadas artificialmente desplazan la leche y el jugo 100%, pero la Asociación Americana de Nutrición -con respecto a los niños específicamente- declara que los ENC son seguros de usar dentro del rango de la IDA (Academy of Nutrition and Dietetics 2012).
Evidencia científica
Recién en los últimos años, varias Sociedades Científicas, como la Sociedad Española de Pediatría (Gil-Campos M 2015), la Sociedad Mexicana de Pediatría (Wakida-Kuzunoki GH 2017) y la Academia Americana de Pediatría (Baker-Smith CM, 2019) han coincidido en algunos puntos, que sirven como conclusión:
– Desde el punto de vista de la toxicidad y carcinogenicidad, el consumo de ENC, respetando los límites de la IDA, es seguro durante la infancia.
– La única contraindicación absoluta de consumo de ENC durante la infancia, es el consumo de aspartamo en niños con fenilcetonuria.
– No se recomienda el consumo de ENC en niños menores de 3 años.
– En niños mayores de 3 años hay muy poca evidencia de calidad que justifique un consumo regular y prolongado de ENC. Sin embargo, el consumo de ENC podría justificarse en el caso de niños con obesidad que requieran una restricción calórica y en niños con diabetes que requieran una restricción de azúcares simples, y cuando otras herramientas no sean suficientes para lograrlo.
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