El Concejo Municipal aprobó hoy un proyecto de ordenanza de los concejales Osvaldo Miatello y Pedro Salinas que prohíbe el uso del herbicida glifosato en todo el ejido de la ciudad. La nueva reglamentación se aplica a cualquier uso del tóxico: tanto para el agronómico como para los espacios públicos y jardines particulares.
La pelea para frenar el uso del herbicida no es novedad. En todo el mundo se pelea para frenar la aplicación de glifosato en los campos. La ordenaza aprobada hoy hace hincapié en que éste es el herbicida de mayor uso en la agricultura a nivel mundial, empleado en, entre otros, campos destinados a la producción de soja transgénica. No sólo eso: es, además, uno de los principios activos que “se clasifican como probables carcinógenos para los seres humanos”, según la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC-OMS).
En el departamento Rosario hay un total de 61.461 hectáreas utilizadas para la siembra y producción de soja y, en el caso particular de la ciudad, 309 hectáreas afectadas. El reclamo de los vecinos es reconocido y los casos de problemáticas en la salud también lo son. Y a lo largo del mundo se ha prohibido o al menos limitado el uso del pesticida. Barcelona, Madrid, Hamburgo, Edimburgo son algunas de las ciudades que enumera la nueva normativa local. Y además hace mención a la ley Provincial Nº 11.273, que pone en primera instancia «la protección de la salud humana y los recursos naturales y luego, la producción agrícola».
La ordenanza también consideró una investigación elaborada en 2014 por el Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIMA), que pertenece a la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata, y que «evidenció que estas sustancias toxicas también se evaporan y caen con las lluvias». Y un estudio realizado por científicos del CONICET, que determinó la presencia de altos niveles de glifosato y su degradación en toda la cuenca del Paraná, incluyendo las costas santafesinas.