Este fin de semana, en la localidad santafesina de Rincón, organizaron una fiesta clandestina de alrededor de 500 personas, en la que decidieron cobrar una entrada que iba de los 800 a los mil pesos. El evento fue desactivado por la policía, a través de un llamado que habría hecho la propia dueña de la casa quinta, que le alquiló la propiedad a una sola persona.
«Para los que no conocen Rincón, es una localidad parecida a Funes, con muchas casas quinta”, describió Silvio González, presidente comunal, en declaraciones radiales. «Se nos está haciendo muy difícil contralar las fiestas clandestinas», agregó.
También recordó que en una de estas fiesta ilegales «un joven que volvía caminando a la ciudad de Santa Fe fue embestido por un vehículo y falleció».
González señaló que «necesitamos el compromiso y la participación de la Justicia; todo lo que podemos hacer del municipio es una contravención, que paguen una multa».
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