El colesterol elevado sigue siendo, en 2023, uno de los principales factores de riesgo para la salud cardiovascular de toda la población. Se sabe que es corresponsable del 60% de las enfermedades del corazón, siendo estas la principal causa de muerte en nuestro país, especialmente en las mujeres.
Las diferencias en el control del colesterol según el sexo
Los expertos ponen el foco en un aspecto importante: las mujeres hacen menos seguimiento que los hombres de sus niveles de colesterol.
Según la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), esto puede deberse a múltiples factores, como que son menos las mujeres que se tratan o que tienen una menor respuesta al tratamiento.
Según una investigación publicada en la revista ‘Circulation’, las mujeres tenían menos probabilidades que los hombres de que se les prescribiera algún tratamiento con estatinas, los medicamentos destinados a bajar el colesterol, con una diferencia del 67% frente al 78,4% de los hombres; o de recibir una estatina a la intensidad recomendada por las guías de práctica clínica, un 36,7% frente al 45,2% de los varones.
Según este estudio, las mujeres también eran más propensas a declarar que habían rechazado el tratamiento con estos fármacos o que lo habían interrumpido.
El Dr. Román Freixa, cardiólogo clínico y presidente de la Asociación de Cardiología Clínica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), indica que “en la población general, tanto en hombres como en mujeres, sin factores de riesgo, los niveles de colesterol deberían ser iguales. Se recomienda que el colesterol total esté por debajo de 200 y que el colesterol LDL, si no se tienen factores de riesgo y ninguna enfermedad cardiovascular, esté por debajo de 116 mg/dL. Si los niveles de colesterol total están por encima de 240 o el LDL por encima de 160 deberíamos actuar”.
El cardiólogo apunta que “la diferencia fundamental es que a nivel masculino somos más agresivos diagnosticando y tratamos con fármacos más potentes esta dislipemia, la elevación del colesterol total y el LDL. En cambio, cuando tratamos a mujeres somos más contemplativos, no somos tan agresivos, tomamos la decisión con mucha más calma y, cuando la decidimos tomar, el tratamiento se realiza con menor intensidad de fármacos”.
A partir de los 50 años, las mujeres presentan niveles superiores de colesterol en comparación con los hombres. Asimismo, en la posmenopausia se observa que el colesterol HDL tiende a disminuir. Los cambios hormonales en la posmenopausia provocan un grupo de factores de riesgo para el corazón y los vasos sanguíneos, como el aumento de la presión arterial, obesidad y niveles elevados de lípidos.
La importancia de tener hábitos de vida saludables
Es de vital importancia llevar un estilo de vida saludable para controlar los factores de riesgo cardiovascular, entre ellos el colesterol. Hay que seguir una dieta equilibrada, basada en el consumo de vegetales, legumbres, cereales, hortalizas y frutas, y limitando la ingesta de grasas saturadas. Asimismo, es recomendable el consumo de aceite de oliva virgen extra o el pescado azul, ambos ricos en grasas cardiosaludables.
La alimentación equilibrada debe complementarse con la práctica de ejercicio regular de intensidad moderada -caminar, realizar una carrera suave o practicar ciclismo o natación-, ya que aumenta el HDL (colesterol bueno) y reduce el LDL (colesterol malo) y los niveles de triglicéridos. La práctica de ejercicios de fuerza para reforzar la masa muscular también es clave en este proceso.