Los dirigentes locales de Cambiemos tienen peso propio, pero sin dudas que la marca ha potenciado a sus figuras en las últimas elecciones. Mauricio Macri ha caído muy fuerte en las encuestas y eso preocupa a los representantes del PRO que tienen que pensar en el armado para el 2019.
Mauricio Macri llegó con una imagen positiva del 60 por ciento promedio a las elecciones intermedias del 2017 en la ciudad de Rosario. Eso hizo que sus representantes locales, encabezados por el concejal Roy López Molina, se hayan potenciado y consigan un caudal de votos por encima del esperado.
Tal es así, que muchos ya pensaban en que el próximo intendente ya tenía nombre y muchos ya se probaban el traje de funcionarios municipales. Pero en el último tiempo, bajo las presiones de la economía a nivel nacional, la figura del presidente ha caído casi a la mitad en nuestra ciudad.
Todos los sondeos marcan que hoy la imagen positiva del gobierno nacional y del primer mandatario ronda el 30 por ciento y esto hace que se ponga en jaque lo que el año pasado era seguro. Siempre el rumbo económico marca la temperatura social, y las corridas cambiarias, la caída en el consumo y la creciente e infrenable inflación, junto a los ya viejos pero no menos nocivos tarifazos, han conformado una bola de nieve negativa para Macri.
Y eso hace que el concejal López Molina tenga que guardarse, exponerse lo menos posible y dejar que suban al escenario actores de reparto. Mientras, sus contrincantes se siguen preguntando ¿dónde está Roy? Lo cierto es que va a todas las sesiones y se hace presente en las comisiones del Concejo, pero a la hora de hablar con la prensa o pensar la coyuntura desde lo público se hace difícil ubicarlo.
Esta semana habló para un medio local sobre los aportantes truchos de Cambiemos en Provincia de Buenos Aires, tema que también sigue limando la imagen presidencial, pero después no sigue con las discusiones. Ese rol lo toma generalmente Carlos Cardozo por temas locales, o Federico Angelini como representante a nivel provincial.
Roy López Molina tiene el aval de los votos, y todo lo que necesita un candidato para ser el próximo intendente de Rosario. Pero eso no quiere decir que ya esté sentenciado ni mucho menos. Cuando un frente político cae tanto desde su líder para abajo en las mediciones y los sondeos, nadie sale impoluto de esa coyuntura.
Por eso preocupa la situación, y esperan un cambio de rumbo de cara a finales de año y sobre todo a los comienzos del 2019, cuando la gente ya esté discutiendo sobre el futuro gobierno nacional, provincial y municipal. Sostener lo construido, y que no se derrumbe el castillo de arena, parece ser el objetivo.
