La ola de calor no da tregua en Rosario y gran parte del país. Marzo registra temperaturas diez veces por encima de lo habitual. La crisis climática es un hecho y parece no tener retorno. Pero, ¿ cuál es la causa? Y, sobre todo, ¿ qué podemos hacer los seres humanos para mitigar sus efectos?
“Hoy en día lo que estamos viviendo y evidenciando claramente es que estamos en con contexto de cambio climático que agrava las olas de calor. El cambio climático en sí es producto de la acción del hombre y tiene que ver con la cantidad de gases de efecto invernadero que lanzamos a la atmósfera”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Tanea Coronato becaria posdoctoral del CONICET especializada en olas de calor.
Al respecto, la especialista explicó: “La atmósfera está compuesta por diversos gases, como el oxígeno que es lo que respiramos, y hay gases llamados de efecto invernadero, que son propios de la constitución atmosférica. Cuando ingresa radiación del espacio la Tierra la recibe y la remite al espacio, pero el rol que tienen estos gases de efecto invernadero es que no toda esa radiación sea devuelta y parte quede retenida en la Tierra y por eso el planeta tiene una determinada temperatura. Si no existieses esos gases la Tierra sería más fría y no se habrá podido desarrollar la vida humana”.
En relación a lo que está pasando hoy en día, sostuvo que “en un período de tiempo muy acotado, la actividad productiva del hombre está emanando una gran cantidad de este tipo de gases en la atmósfera que genera un aumento sistemático de la temperatura media global”.
Y, si bien hay muchos factores atmosféricos que hacen que se desarrolle una ola de calor, “esta temporada tuvimos 8 olas de calor”, enfatizó Coronato. “Por eso no podemos decir que es una cuestión netamente natural, ya que se está evidenciando la acción del hombre y del sistema productivo global”, amplió.
Respecto a los factores que contribuyen que se intensifique esta situación, “la quema de combustibles fósiles, también la tala de bosques, que da lugar a la actividad ganadera que también genera mucha cantidad de metano a la atmósfera. Los bosques son grandes reservorios de dióxido de carbono, entonces cuando talamos todo eso, estamos inyectando una gran cantidad de dióxido de carbono a la atmósfera. No es sólo la tala de árboles, pero tiene gran influencia”, dijo.
Asimismo, consideró que no se puede hablar que van a desaparecer las estaciones intermedias, como el otoño y la primavera, pero “lo que sí vamos a ver es que durante las estaciones, las temperaturas van a ser cada vez más altas”.
“Es importante entender cómo llegamos hasta acá, para saber cómo limitarlo. En este punto, no hablamos de revertir el cambio climático, sino de limitarlo, y limitar la temperatura que estamos teniendo. Ahí entre de nuevo en juego el rol de las personas con acciones positivas, tanto individuales, como por ejemplo disminuir el consumo o usar medios de transporte más eficientes como la bicicleta o el transporte público y no tanto el auto. Y todo eso tiene que ir acompañado de un compromiso político de cambiar el sistema productivo, cambiar la matriz energética”, concluyó Tanea Coronato becaria posdoctoral del CONICET.
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