La vicepresidenta Cristina Kirchner sufrió un intento de asesinato el jueves por la noche de parte de un hombre que intentó dispararle con un arma de fuego y luego fue detenido por personal policial, en momentos en que la titular del Senado saludaba a militantes que se habían concentrado en la puerta de su domicilio en el barrio porteño de Recoleta.
En este sentido, Eduardo Feinmann realizó una dura editorial en su programa de radio por Mitre, Alguien tiene que decirlo, rechazando este hecho y señalando la gravedad del mismo.
Este jueves por la noche Argentina vivió en directo por televisión un intento de magnicidio, un intento de asesinato, un gravísimo atentado. Ayer sentí estupor. He leído y escuchado de todo. Desde aquellos que sintieron estupor como yo a otros que sintieron que todo es un invento. Yo me dormí triste y me levanté enojado. Desde ya mi total repudio a la violencia ejercida sobre la vicepresidente de este país. Mi solidaridad total con Cristina Fernández de Kirchner y su familia. Eso debería ser generalizado”, comenzó el conductor.
“Me da la sensación que este es un duro golpe a la sociedad argentina. No la mataron porque tiene un Dios aparte. Si la bala de esa arma hubiera salido en este momento estaríamos hablando de otra cosa. Lo que pasó anoche no es joda. Me da la sensación que se cruzó un límite. Todos en esta sociedad deben bajar un cambio. Eso no significa contar las cosas que pasan, eso no significa seguir remarcando la causa judicial contra Cristina Fernández de Kirchner y reclamar que la justicia vaya a fondo. Fue una noche horrenda. A mí personalmente me conmocionó”, agregó Eduardo Feinmann.
Y aseguró que “desde 1983 a esta parte nunca vimos una situación igual. Nunca habíamos visto un presidente o un vicepresidente con una pistola a centímetros de su cabeza”.
“Ante estos hechos gravísimos quedan de lado cualquier tipo de diferencia. Nada justifica lo que pasó anoche. Ante la violencia y ante un hecho como este, un intento de magnicidio, sólo queda el repudio. Anoche lo primero que mucha gente empezó a decir fue ‘no les creo nada’. No se trata de creer o no creer, es lo que pasó, es el hecho. Después la Justicia tiene que ir a fondo. Un atentado contra un vicepresidente es un atentado contra la democracia. Debe ser repudiado por todos. Yo sentí que el arma sobre la cabeza de la número dos del país es un arma sobre la cabeza de todos. Sería importante que todo el arco empresarial, todo el arco sindical, todo el arco político y los distintos estamentos de la sociedad tienen que salir a repudiar esto. Porque hoy el arma puede estar sobre la cabeza de Fernández de Kirchner y mañana el arma puede estar sobre la cabeza de cualquier político”, insistió Eduardo Feinmann.
“La República y las instituciones estuvieron en peligro anoche. Lo que se veía hasta ahora era un tufo a los setenta. Paren un poco. A la Justicia tenemos que reclamarle que vayan a fondo, hasta las últimas consecuencias, hasta saber la verdad, si esto es un loco suelto, un lobo solitario, si lo mandaron los propios, si lo mandaron los ajenos”, precisó el conductor.
«Los extremos violentos son repudiables. Y los han de ambos lados de la grieta. Ayer escuchamos al propio hijo de la vicepresidente decir que querían matar a un peronista. Paren con eso. La violencia no convive con la democracia. Los discursos de odio están incentivando a la sociedad y los discursos de odio están de ambos lados de la grieta. La lógica amigo – enemigo, las pasiones que desatan, uno sabe cómo empiezan y no saben cómo termina. La política argentina todavía no sabe cuáles son las consecuencias que tendrá este hecho gravísimo. La convivencia política está en riesgo y la paz social está alterada en la Argentina», cerró Feinmann.
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