Beto Riba es uno de los dueños de Jorgito Juniors, el local gastronómico que arrancó con un carrito de 27 de Febrero y Laprida, en el que fue atacado a balazos este domingo por la noche. El hombre admitió ser amigo de Máximo Ariel Cantero, «el Viejo», primer líder de la banda narco Los Monos, sobre la que se sospecha que podría tener algo que ver con las balaceras a locales gastronómicos. Sin embargo, Riba desvinculó a los Cantero y apuntó a «una conspiración política» relacionada a la Municipalidad de Rosario.

«El problema es que ha pasado una moto y ha disparado varias veces contra el negocio. Lo triste acá es que ayer es que nadie se acercó sobre lo que había pasado y la jefa de la Policía dijo que era lineamiento con el narcotráfico. Tiene que tener más cuidado con lo que dice, porque si no las estaciones de servicios y el Establo también son narcotraficantes», arrancó uno de los hermanos del negocio en diálogo con la prensa.

Y reconoció: «Conozco a Ariel Máximo Cantero y al padre. Tengo una amistad con la familia pero no tiene nada que ver. Nosotros hace 32 años que trabajamos con Jorgito Juniors y tenemos muchos clientes. Yo no me meto con nadie y no salgo a hablar para dar a conocer con quien se reúnen».

Cuando fue consultado por algunas investigaciones que se realizaron, Riba enfastizó: «Acá hay un problema político de fondo y el intendente hace las veces de comisario. No toma las medidas necesarias para solucionar el tema de las balaceras y lo que pasa entre la barra de los clubes. Se tienen que dejar de joder entre el gobernador y el intendente y ponerse los pantalones largo. No es casualidad lo que está pasando».

Y continuó: «Estamos averiguando para saber que pudo haber pasado pero acá la Justicia debe estar encargada porque ellos tienen todo a su alcance. Hay cámaras en toda la ciudad y solamente la usan para las multas. Hicieron un código de convivencia pero no pueden controlar estos hechos».

Riba también dejó en claro que de ningún sector de la política recibieron llamados para brindar apoyo y seguridad al local: «De ningún sector se acercaron para ver si necesitábamos custodia policial. La idea era asustar y que se haga públicamente. Si quieren matar, matan. Acá gracias a Dios no hubo heridos pero al mozo del Establo le pegaron y tuvo que ir al sanatorio».

«El club Jorgito es un sueño que teníamos para que saquemos de la calle para que jueguen en la Liga Rosarina. La remera de L-Gante que tenía nuestra firma fue porque soy amigo de un productor que realizó el evento pero no mezclen todo con todo y ahora me voy a poner a disposición del juez», aclaró sobre alguna foto que se viralizó del artista musical con una remera alusiva al lugar gastronómico.

Al referirse a los dichos de la jefa de Policía donde adelantado que tanto el episodio del Establo y Jorgito Junior’s podría estar vinculado con el narcotráfico, el dueño insistió: «¿Todos los comercios de Rosario somos narcotraficantes?. Nosotros vendemos hamburguesas, somos 6 hermanos y hace más de 30 años que arrancamos con un carrito en la esquina. La gente no se asustó y ayer atendimos de manera normal y no necesitamos ninguna seguridad».

Por último, el hombre encargado del local gastronómico apuntó contra el intendente: «Le digo al intendente que venga a hablar conmigo y que no salga a hablar que va a poner más seguridad. Tiene que ir a los barrios que ellos mismos saben para salir de todo esto».

El club Jorgito es un sueño que teníamos para que saquemos de la calle para que jueguen en la Liga Rosarina. La remera de L-Gante que tenía nuestra firma fue porque soy amigo de un productor que realizó el evento pero no mezclen todo con todo. Por eso ahora me voy a poner a disposición del juez.