El mundo tiene los ojos puestos en Rusia . El Mundial de Fútbol que se lleva a cabo en el país gobernado por Vladimir Putin es tema de conversación internacional y pese a que Estados Unidos no es uno de los mejores exponentes del deporte (ni siquiera clasificó), hasta allí también llegó el fanatismo. Prueba de ello es lo que ocurrió ayer en el Salón Oval de la Casa Blanca , cuando el presidente Donald Trump recibió a su par de Portugal , Marcelo Rebelo de Sousa.
Ambos mandatarios protagonizaron un encuentro bastante distendido que quedó eternizado por los fotógrafos y que llamó la atención por darse en un contexto particular, en el que el gobierno de Washington lleva adelante una fuerte cruzada económica ante los países de la Unión Europea por los precios de las importaciones.
Sin embargo, los líderes no parecieron mostrar tensión alguna. Cómodamente sentados en sus sillones, con las piernas cruzadas y el torso distendido, hablaron con los periodistas que se hicieron presentes en la reunión y hasta bromearon sobre el jugador Cristiano Ronaldo.
De Sousa le dijo que su país tenía al mejor jugador del mundo y que se llamaba Cristiano Ronaldo. Trump le dio la razón y ni se le ocurrió plantear una posible disputa con la figura de Lionel Messi . Ninguno de los dos lo mencionó. De Sousa le aseguró que su hijo menor, Barron, seguramente lo conocía. El republicano asintió y contestó: «Lo sabe todo sobre él». Entonces, el portugués aprovechó la noticia sobre su futura reunión con el líder del Kremlin e indicó: «Si llega a viajar a Rusia durante el campeonato, no se olvide de que Portugal sigue allí y quiere ganar el torneo».
«Lo están haciendo muy bien», contestó Trump y enseguida De Sousa dijo: «Estoy muy impresionado. Es el mejor jugador del mundo Cristiano Ronaldo». El estadounidense aprovechó y preguntó: «¿Y Cristiano alguna vez se presentará a las elecciones contra usted?». La respuesta del portugués fue contundente: «Presidente, ya sabe, le debo decir algo: Portugal no es como Estados Unidos», según lo publicado por el diario El País.
La insólita charla se dio en un día movido para la administración Trump, que en medio de la polémica generada por la implementación de la política migratoria de «tolerancia cero» en la frontera, que separó a más de dos mil menores de sus padres en su ingreso al país, recibió la noticia del retiro de un juez moderado de la Corte Suprema, lo que podría inclinar la balanza hacia el lado del republicano.
Además, se dio en el día en que la Casa Blanca anunció sus avances para una cumbre Trump-Putin, tras la histórica reunión que el exmagnate protagonizó junto al líder de Corea del Norte, Kim Jong-un. De hecho, Trump aprovechó el momento para felicitar a Rusia por su «fantástico trabajo» al organizar el Mundial.
