Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos con una promesa polémica pero apoyada: construir un muro en la frontera con México para evitar el ingreso de inmigrantes ilegales. Ahora, a nueve meses de llegar a la Casa Blanca , aparecieron las primeras señales tangibles.
A unos pocos kilómetros del paso fronterizo de Otay Mesa en San Diego, ocho imponentes bloques de concreto y acero se alzan hasta nueve metros. Las estructuras son posibles prototipos de ese muro sólido que se extenderá desde California hasta Texas.