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viernes 19 de abril del 2024

Día Mundial del Sueño

 

Según datos relevados por la Asociación Argentina de Medicina del Sueño (AAMS), en la Argentina hay un 40% de la población que padece trastornos para conciliar el sueño y además duerme poco y mal.

Con diferentes grados de severidad, tiene insomnio un 30% a 40% de la población general.

Se suele asociar el insomnio a las preocupaciones y a estar nervioso, y esto es cierto. Pero muchas personas duermen mal por otras razones que nada tienen que ver con estas.

De acuerdo con el Instituto Ferrero de Neurología y Sueño se habla de INSOMNIO cuando:

  • Se duerme poco.
  • No se llega al sueño profundo.
  • Se tienen muchos despertares.
  • Se duerme inquieto o moviendo las piernas.
  • Se ronca.
  • Se despierta cansado.

La mayoría de las personas que tiene estos problemas no realiza una consulta médica, lo acepta como algo inevitable, común a otras personas. Toman medicamentos tranquilizantes por su cuenta, y suelen no saber a qué médico consultar.

Justamente tomar tranquilizantes sin estudiar primero el sueño es un enorme error. Muchos de esos medicamentos no están pensados para ayudar a dormir, tienen efectos secundarios y pueden empeorar el cuadro.

El sueño es una necesidad tan importante como la sana alimentación, respirar aire limpio, realizar ejercicio físico, etc.

Muchas de las causas de un mal dormir están en costumbres o modos de vida que arruinan el sueño.

Y a su vez un mal sueño lleva a muchas alteraciones que confunden a la persona, por ejemplo:

  • Mala memoria.
  • Torpeza.
  • Mal humor.
  • Depresión.
  • Dolor de cabeza.

Si una persona no duerme 24 horas o duerme sólo 5 horas por noche durante una semana, su rendimiento pasa a ser igual al de alguien alcoholizado, con el daño y riesgo que esto implica.

Por eso es importante la consulta con un profesional ante estos síntomas.

Para lograr una mayor eficacia en el tratamiento, es importante controlar las condiciones ambientales del sueño y establecer rutinas de descanso: desde la hora de la cena y de acostarse, hasta la lectura previa, la luz tenue o el ambiente fresco y agradable.

Alimentos que promueven el buen dormir:

  • Leche tibia.
  • Miel.
  • Huevos.
  • Pescados.
  • Frutos secos (nueces, almendras).
  • Frutas (banana, ananá). Antes de intentar dormir.

La práctica de actividad física, también favorece al mejor descanso, recomendando practicarla por la mañana u horas tempranas de la tarde, no cercana a la hora de acostarse.