Tras múltiples allanamientos este martes, llevados adelante por la Agencia de Criminalidad Organizada, la viuda de Claudio Pájaro Cantero, Lorena Verdún, y Luciano Lucho Cantero, el hijo de ambos, fueron detenidos. Según las primeras informaciones, sería por una causa de una balacera contra un móvil policial en diciembre de 2021 en barrio Las Flores.
Sin embargo, desde el entorno de Verdún aseguraron que la detención “no tiene nada que ver” con la balacera. “La detuvieron porque se plantó y le está dando batalla al poder de turno, sobre todo a la Fiscalía. La fiscal (María Eugenia) Iribarren la quiere presa a ella o al hijo”, manifestó Norma Acosta.
Según Acosta, que habló con el móvil de Radio Mitre Rosario, la Policía está “equivocada” sobre la conexión de la balacera al móvil y la familia Cantero. “Yo pasé la Navidad acá y no pasó nada”, aseguró. Y agregó: “Hay operetas de la Policía. Siempre están”.
“Quieren presa a Lorena y a toda la familia, y el foco de atención lo ponen en barrio La Granada. Yo vengo acá y tendrían que ver la manera asquerosa en que la Policía para a los laburantes, les pega y les roba todo. Vamos a denunciar y nunca nos quieren recibir”, añadió Acosta, quien dice que la familia Cantero está “estigmatizada” por los medios de comunicación.
“Hay una guerra de poderes entre el intendente (Pablo Javkin) y el gobernador (Omar Perotti). Las balaceras a las estaciones de servicio las organizan ellos mismos, los de la Agencia de Investigación Criminal. Los denunciamos, pero nunca nos reciben”, insistió la mujer.
Norma Acosta es militante de organismos de derechos humanos y secretaria del abogado Bravo que defiende a la familia Cantero. Además, es viuda de Miguel Japo Saboldi, un hombre que fue apresado en una quinta de Alvear donde se hallaron 19 kilos de drogas y que murió tiempo después, en 2013, en un incendio intencional que se llevó tres vidas en la alcaidía de la Jefatura.
La mujer, quien cumplió condena por delitos relacionados con el narcotráfico, sufrió varios hechos de inseguridad en el pasado. En 2018 le balearon la casa y cuatro años antes, en 2014, mataron a su papá Aldo. Sus asesinos, los hermanos Osvaldo Maximiliano y Claudio Antonio Zalazar, fueron condenados a 12 años de prisión.
