El verano parecía desdibujarse este sábado de febrero a primera hora en Rosario, después de la tormenta de la tarde y noche del viernes, que dejó un fresco con sabor a otoño. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) la máxima será de apenas 23 grados.
De acuerdo al organismo, el sol aparecerá tímidamente, aunque no se prevén lluvias en lo que resta de la jornada. El domingo, en cambio, el cielo estará totalmente despejado y el termómetro llegará a los 24 grados.
Ya el lunes se espera la vuelta del calor, con una máxima que ascenderá a los 33 grados, el promedio que se espera para el resto de la semana.