La violencia armada se cobró dos vidas adolescentes más. Este jueves asesinaron a tiros a dos chicos de 14 y 15 años en la zona del Fonavi de Seguí y Rouillón, en el sudoeste de Rosario. Aunque aún se investigaba si tenían algún vínculo con el narcotráfico, los familiares negaron rotundamente esa hipótesis.
Uno de los chicos asesinados se llamaba Valentín Solís. Tenía 14 años y, según contó su madre entre sollozos, era «sano», al que «no le gustaba faltar a la escuela». «Ayer no tuvo clases y le sacaron la vida como un animal. Me dijeron que había llegado sin signos vitales al hospital», expresó en diálogo con el móvil de Radio Mitre Rosario.
«Quiero aclarar que mi hijo no estaba metido en nada raro. Era un nene sano que iba a la escuela y no tenía ningún problema con las drogas o ajuste de cuentas. Val era un nene sano», reiteró Elizabeth, quien reconoció que su hijo soñaba con «jugar a la pelota».
Con respecto al móvil del ataque, la mujer dijo desconocer por qué les tiraron tanto a él como a Eric Galliz (15), el otro joven asesinado. «Se equivocaron, porque mi hijo no tenía nada que ver con esas cosas», vociferó.
Por último, consultada sobre la situación de inseguridad que se vive en el barrio, Elizabeth dijo que es «tierra de nadie». «Los policías de acá a una cuadra brillan por su ausencia», criticó.
Concordando con esta última mirada, una vecina contó al móvil de Mitre que hace 10 años vive en ese barrio, pero que ya quiere irse, y no solo de ahí, sino de Rosario. «Tengo dos nenas chicas. Siempre fue peligroso, se había calmado un poco pero volvimos a lo mismo», lamentó.
En relación a los asesinatos, la mujer dijo que escuchó como 10 disparos alrededor de las 16. «No sabemos a qué se vincula, pero la mayoría dice que a drogas. A mí siempre me saludaban cordialmente, los conocía de vista», finalizó con respecto a los fallecidos.
