Guillermo Turrín, secretario de Control y Convivencia de la Municipalidad, le dijo al diario La Capital que los festejos fin de año en Rosario se desarrollaron de forma tranquila. Hubo 13 vehículos remitidos al corralón por positivo de alcoholemia.
Según explicó el funcionario, pese a la presencia de 3 mil personas en la zona de las barrancas del río no se registraron hechos de violencia, ni vandalismo.
Los más de 80 inspectores repartidos en la ciudad realizaron un total de 250 controles, remitiendo 13 vehículos al corralón por positivo de alcoholemia: «El más alto fue 1,68 gramos de alcohol en sangre», dijo Turrín.
En tanto que confirmó que «abrieron seis confiterías de las que hay en la ciudad y allí la actividad fue normal». «El lugar donde se reunió gente fue en la plaza Buratovich, donde se juntó gente al igual que el 24, pero sin que se produjeran cortes de calle y a as 6 de la mañana se cortó la música y la gente se fue a su casa», completó.
En Wheelwright, entre Presidente Roca y bulevar Oroño, cerca de 3.000 personas festejaron la llegada del 2019. «No permitimos que subieran los vehículos al espacio verde, pero había gente que iba con su heladerita, se ponía música pero todo en orden. Pero más allá de la subjetividad que implica pensar en esa cantidad de gente reunida, no hubo ningún tipo de incidentes, fue todo tranquilo», dijo el titular de Control y Convivencia.
Y agregó: «Volvimos a tener presencia preventiva en Mendoza al 5300, donde el año pasado hubo incidentes, pero no pasó absolutamente esta vez. En una plaza en zona norte hubo un intento de corte de calle en una plaza. Pero al llegar la GUM y la policía se conversó con la gente y todos se dispersaron sin problemas».
Por último, en declaraciones que le brindó al diario La Capital, detalló: «Entre personal Guardia Urbana, Control Urbano, Tránsito, Fiscalización del Transporte e Inspección, había entre 80 y 100 inspectores».