«Debemos replantearnos las formas del trabajo», aseguraron fiscales tras el crimen del colectivero
Ademar Bianchini, fiscal a cargo de la investigación del crimen del colectivero César Roldán que fue ultimado a balazos mientras manejaba una unidad de la línea 116, confirmó que la mecánica del hecho «tendría que ver con algún conflicto de personas vinculadas a la criminalidad». Por su parte, la fiscal regional de Rosario, María Eugenia Iribarren, hizo un mea culpa y aseguró: «Debemos replantearnos las formas del trabajo».
«El hecho ocurrió a las 15.30, 16. El vehículo venía por avenida Eva Perón, de este a oeste. A 30 metros de la esquina una persona de 22 o 23 años efectuó un disparo al colectivo. Estaba acompañado de otra persona, un motociclista. Roldán, presuntamente herido, se levantó como para guarecerse en la parte de atrás del micro. Eso se sabe por la declaración de los testigos y por el cabeceo del micro, el movimiento. Ahí avanzó el micro y el tirador efectuó otros 7 disparos. Siempre desde afuera», explicó el funcionario de la Justicia.
«Dejaron luego una nota por debajo de la puerta del colectivo. La nota no está dirigida ni al chofer, ni a la empresa ni a la UTA (Unión Tranviarios Automotor). No hay elementos que me permitan suponer que el ataque era para otra persona. Desconozco si el móvil es generar conmoción pública, sí podemos afirmar que la generó», precisó Bianchini
Sobre la investigación en curso, agregó: «Hay muchas cámaras en la zona, están siendo relevadas. Fue fin de semana, muchas pertenecen a negocios que el fin de semana están cerrados. Hubo dificultades para ubicar a los propietarios el domingo. Eso se está tramitando hoy».
A su turno, la fiscal María Eugenia Iribarren admitió: «Las cárceles están sobrepobladas de personas detenidas. Las investigaciones se hacen. La criminalidad de Rosario no es algo que pueda abordarse con fórmulas de otro lado».
«Las características y las circunstancias del hecho nos moviliza para reflexionar sobre metodologías que debemos cambiar desde Fiscalía. Debemos replantearnos las formas del trabajo y vamos a poner todo el material a disposición para esclarecer el crimen», continuó.
«Debemos precisar qué sucede en las cárceles con los presos de alto perfil y prevenir la delincuencia en las calles. Tenemos que seguir exigiendo las maneras de investigar. La violencia en Rosario nos excede a nosotros porque tenemos que encontrar a los responsables y ponerlos cara a cara con los jueces. El Estado tiene que recuperar la administración de la convivencia ciudadana en las calles», concluyó.