El número de fallecidos por el derrumbe parcial de un edificio residencial en Miami aumentó a cinco tras el hallazgo de otro cadáver, informaron las autoridades de esa ciudad estadounidense, mientras que los desaparecidos son 156, nueve de ellos argentinos.
«Hoy nuestros equipos de búsqueda y rescate han encontrado otro cuerpo entre los escombros y, además, nuestra búsqueda ha revelado algunos restos humanos», dijo la alcaldesa del condado de Miami-Dade Daniella Levine Cava, en una conferencia de prensa, informó la agencia AFP.
Con la identificación de los tres cuerpos recuperados anteriormente, «significa que el número de desaparecidos se ha reducido a 156, y las muertes confirmadas son ahora un total de cinco», precisó la alcaldesa.
Los equipos de rescate continuaban la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros de un edificio residencial cerca de Miami tres días después de su derrumbe.
Las operaciones de búsqueda enfrentan dificultades debido a un incendio que se declaró en el edificio de 12 pisos, el Champlain Towers, que se vino parcialmente abajo en la madrugada del jueves.
Los bomberos no han podido localizar el foco del fuego en esa zona situada frente al mar, al norte de Miami Beach.
El humo se propaga a través de los escombros, lo que hace inaccesibles algunas áreas de búsqueda, según la alcaldesa.
«Mantenemos la esperanza. Seguimos buscando sobrevivientes entre los escombros, es nuestra prioridad y nuestros equipos no han detenido» las labores, aseguró Levine Cava.
Una de las víctimas fue identificada como Stacie Fang, madre de un adolescente de 15 años rescatado el jueves de entre los escombros. Según el Miami Herald, la mujer falleció en el hospital al que fue trasladada.
Casi un tercio de los desaparecidos son extranjeros: nueve son argentinos, seis paraguayos -entre los que se encuentra la hermana de la primera dama de ese país-, tres uruguayos y al menos cuatro canadienses, según las autoridades.
Algunos familiares de las víctimas comenzaron a criticar las operaciones de rescate y comenzaron a perder las esperanzas de hallar a sus seres queridos con vida.
«Ni un solo socorrista ha intentado retirar los escombros, poco a poco, incluso a mano, sin una máquina, para evacuar a la gente», aseguró Maurice Wachsmann.
«El amigo de mi madre está allí (bajo los escombros). Queremos tener esperanza pero tenemos que ser realistas. El siguiente paso es estar al lado de las familias y averiguar por qué ocurrió esto», dijo Mark, de 55 años, sin dar su apellido.
«Nuestra experiencia es que durante las primeras 72 horas hay muchas posibilidades de que la gente siga viva ahí dentro», aseguró a la cadena CBS el bombero del condado de Miami-Dade Danny Cardeso.
Los rescatistas, que oyen ruidos que emanan de los escombros pero no están seguros de que sean humanos, hicieron un túnel bajo el estacionamiento inundado del edificio para intentar llegar a posibles supervivientes.
«La impermeabilización bajo el borde de la piscina y la vía de acceso para vehículos (…) superó su vida útil y por lo tanto debe ser removida y reemplazada por completo», señaló en el informe el experto Frank Morabito, titular de Morabito Consultores.
Hasta ahora, la atención se había centrado especialmente en un informe de 2020 que revelaba que el edificio había sufrido un hundimiento a un ritmo de unos 2 milímetros por año entre 1993 y 1999.
Sin embargo, Shimon Wdowinski, uno de los autores del estudio y profesor de la Universidad Internacional de Florida (FIU), dijo a la cadena CNN que no sabía «si el colapso era previsible
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